Laura Ziskin, la patrona de 'Spider-man'

Laura Ziskin fue la primera en múltiples ocasiones. Por ejemplo, en ser una de las primeras productoras en Hollywood. Además, presidió durante un lustro Fox 2000 Pictures, una división del gran estudio 20th Century Fox, con la que levantó un puñado de títulos importantes; produjo en dos ocasiones el show de los Oscar (2002, cuando logró que saliera al escenario Woody Allen, y 2007), y era el motor impulsor de la franquicia Spider-man. El pasado domingo, Laura Ziskin falleció por culpa de un cáncer de pecho a los 61 años, tras siete de tratamiento en los que hizo todo lo posible para recaudar fondos con iniciativas como el histórico programa de televisión Stand up to cancer, emitido por tres grandes cadenas. En Estados Unidos, una de cada tres mujeres sufre ese tipo de cáncer.

Ziskin nació en el valle de San Fernando (California) en 1950. Se graduó en la Universidad de Southern California en la Escuela de Cine. Allí ya fue consciente de que era una de las poquísimas mujeres que quería dedicarse a la producción, y que por lo tanto su carrera sería complicada, igual que tampoco fueron fáciles las de Sherry Lansing o Amy Pascal, que han ocupado también puestos de poder en una industria claramente masculina. Ziskin empezó como asistente del productor Jon Peters en 1976, en el remake de Ha nacido una estrella. Poco después firmó un acuerdo con la actriz Sally Field y logró un taquillazo con El romance de Murphy (1985). Después lanzó a la fama a Kevin Costner con el thriller Sin salida (1987), antes de ser la productora ejecutiva de Pretty woman (1990), filme que costó ocho millones de euros y recaudó 256 millones por todo el mundo.

El olfato de Ziskin y su capacidad para amalgamar esfuerzos creativos se hicieron famosos en Hollywood y tras un par de películas sin tanta gloria como ¿Qué pasa con Bob? o Héroe por accidente, creó su propia compañía de producción, Laura Ziskin Productions, con la que levantó Todo por un sueño, de Gus Van Sant, que asentó a Nicole Kidman como actriz en Hollywood y que casi provoca un cisma familiar. Ziskin le dijo a su hija, Julia Barry, que ambas se mudarían a Canadá a vigilar de cerca el rodaje tres meses, en mitad del curso escolar. Julia acababa ese año los estudios y pidió a su madre quedarse en California. Ganó la hija.

Cuando en 1995 se estrenó este drama, Ziskin ya había sido contratada como responsable de Fox 2000 Pictures. Durante un lustro estuvo detrás de filmes como el drama bélico En honor a la verdad, la estupenda Un día inolvidable, la infravalorada El secreto de los Abbott, Volcano, A cualquier otro lugar o Nunca me han besado. Y, sobre todo, empujó el desarrollo de dos películas clave: La delgada línea roja, con la vuelta a la dirección, tras dos décadas de retiro, de Terrence Malick, y El club de la lucha, de David Fincher. Además, en lo que podríamos llamar como tareas extraescolares, Ziskin trabajó como productora ejecutiva de otra joya, Mejor... imposible. La cineasta dejó Fox en 2000, harta de luchar contra ejecutivos que tumbaban proyectos como Siempre queda el amor, que al final sacó adelante y triunfó en taquilla: "No eran conscientes de que ellos no eran el público de aquel guion. Y ni se lo planteaban".

Al salir de Fox, la productora firmó un acuerdo con Sony, y con ellos sacó adelante los tres Spider-man y el reboot de la saga, The amazing Spider-man, que se estrenará en julio de 2012 con Andrew Garfield como protagonista. Poseedora de varios premios por su talante pionero, a Ziskin el lunes todo Hollywood le rindió honores, entristecido por el fallecimiento de una productora de fuste.