"No soy ni Juanito ni Valderramita. Soy lo que soy"

No es nuevo en la música, pero Juan Valderrama (Madrid, 1972) está de estreno. Su último disco (el quinto de su carrera) se presenta esta noche en el Festival Suma Flamenca. En él explora un territorio en el que no había estado antes: el flamenco. Bajo el título Sonidos blancos pretende reivindicar la herencia de su padre, Juanito Valderrama, pero también la de otros cantaores como él: "Voces gráciles, laínas, agudas, con mucha velocidad", explica en una entrevista.

A pesar de haber crecido escuchando y acompañando a sus padres por teatros y festivales, Valderrama no se decidió por la música hasta hace algunos años. Antes, estudió periodismo y llegó a ejercer el oficio. "Trabajaba en Estepona y tenía un programa de flamenco por las noches", recuerda con una sonrisa. "Nos pasábamos el programa poniendo cante antiguo, del que a mí me gustaba: que si el Cojo de Málaga, que si Tomás Pavón, que si la Trini... Yo cantaba para los amigos, y un día me convencieron para hacer una maqueta. Esa maqueta llegó adonde no tenía que llegar y aquí me tienes...".

"El flamenco puede hablar de las cosas que pasan en la calle", defiende

Fichó con una multinacional, con la que rompió porque "el camino que me proponían no era el que yo quería". El flamenco estuvo siempre ahí, pero hasta tomar las riendas de su carrera discográfica no se ha atrevido a hacerlo. "Es lo que más me gusta cantar y escuchar, pero me daba miedo por la dificultad, por las críticas, que son durísimas...". En este trabajo que presenta interpreta fandangos, tangos, una malagueña, alegrías, una taranta y levantica, pero también otras canciones, muchas compuestas por él mismo. "A mí siempre me ha gustado escribir, porque creo que tengo algo que decir", explica. Siendo su primer disco, ¿por qué no recurrir al repertorio existente? "El flamenco necesita repertorio nuevo", responde. "Lo del pañuelo de lunares y todo eso está muy bien, pero se puede hablar de las cosas que pasan en la calle, ser un cantautor flamenco: Enrique Morente lo fue, mi padre lo fue y yo estoy aprendiendo a serlo".

Junto a su firma, aparece la de un autor muy presente últimamente en el flamenco: Luis Pastor, que firma varios temas del disco de Valderrama, dos de ellos especialmente llamativos. Una es Los hijos de España, historia sobre el exilio de los republicanos españoles tras la Guerra Civil. ¿Una manera de limpiar el nombre de su padre, durante mucho tiempo relacionado con el franquismo? "La historia de esta canción es sobre un emigrante, un homenaje al dolor", explica. "Yo he nacido en democracia y en realidad me vi muy reflejado, porque siento que esta canción es El emigrante (uno de los temas más populares de Juanito Valderrama) de Luis Pastor".

La segunda composición de Pastor es una declaración de intenciones: Me llamo Juan Valderrama, que le escribió tras asistir como público a un concierto de este cantante en Madrid, sin conocerle personalmente. "Él me vio como yo soy, siempre pidiendo perdón por ser artista siendo hijo de quien soy", explica. "Me está costando mucho dejar atrás eso, y Luis me hizo entender con esta canción que no, que la mejor manera de homenajear a mi padre es dar mis propios pasos. Yo no soy ni Juanito ni Valderramita, ni canto con sombrero, ni nada. Yo soy lo que soy".

Esta noche comparte cartel en los Teatros del Canal con un veterano, el onubense Arcángel, que también presentará nuevos cantes, los del disco que está preparando, Quijote de los sueños, y a quien Valderrama admira. "Para mí es un honor, porque en el flamenco yo soy un recién llegado y los galones son los galones", acepta con una sonrisa. "Para mí va a ser un reto estar con este gran artista".

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