Contrabando de comida, mantas... y refugiados
"No estoy autorizado a dar esta información", se excusa al otro lado del teléfono Alper Uluca, responsable de la Media Luna Roja en la provincia de Hatay, al sur de Turquía, que desde hace una semana se ha convertido en la puerta de atrás para los refugiados que huyen de Siria. Las autoridades de la provincia tampoco quieren facilitar datos oficiales sobre el número de refugiados que se encuentran en territorio turco; 4.000, 5.000, ¿más? Según la agencia semioficial Anatolia, la cifra superaría los 5.000, pero las informaciones son confusas. La única fórmula directa para obtener información es recurrir a los contrabandistas de los pequeños pueblos agrícolas que salpican la frontera. Los contrabandistas, que se encargan de pasar las informaciones de sus familiares, al otro lado, se han convertido en improvisados stringers (colaboradores) para la prensa. Algunos incluso hacen el agosto alquilando los tejados de sus casas para las cámaras de televisión.
"Sí, ahora podemos cruzar la frontera". Es Turhan Tomak, campesino de Güveçci, que desde hace días intenta pasar a periodistas al otro lado. Tan solo turcos. Los contrabandistas de este pequeño pueblo saben muy bien las rutas de entrada, que recorren cada día con comida y mantas para los que están en el otro lado. Aun así, no se quieren arriesgar con un extranjero. Al rato se aborta la misión. "Muy peligroso, ahora hay soldados en la frontera", explica a los periodistas, que llevan toda la mañana esperando las imágenes de los refugiados.
Cruzar es la única fórmula para hacerse con ellas. Las verjas de los tres campamentos que la Media Luna Roja tiene en la región -en Yailadagi, Antakya y Altinözü- amanecieron este fin de semana cubiertas por plásticos. Imposible obtener imágenes o una declaración. La policía y la Media Luna Roja solo permiten el acceso a personal autorizado o familiares directos.
"Mi familia está ahí, pero yo no voy a visitarlos. Si entro luego no me van a dejar salir", explica un contrabandista del lado sirio. Según los informadores locales, hasta unos 9.000 sirios estarían acampados en la frontera norte del país a la espera de entrar en Turquía si la situación empeora.
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