La guerra continúa
Los aliados acuerdan aumentar la presión política contra Gadafi para reforzar la militar
La tercera reunión del Grupo de Contacto sobre Libia que, tras las de Doha y Roma, se ha celebrado en la capital de Emiratos Árabes, Abu Dabi, ha reforzado el compromiso de los países participantes con las autoridades de Bengasi. Durante la cumbre no solo se han prodigado los gestos políticos a favor de los rebeldes; además, se han debatido fórmulas para sostener su capacidad militar recurriendo a fondos del coronel Gadafi y su entorno bloqueados en países como Italia o Estados Unidos. En Abu Dabi se ha buscado incrementar la presión política sobre el régimen libio, al que La Haya acusa ahora de ordenar la violación de mujeres como arma de guerra, tras haber hecho otro tanto en el plano militar durante las últimas semanas.
La guerra civil de Libia sigue estancada, con escasos avances sobre el terreno por ninguna de las dos partes. Además del alto coste en vidas humanas, la Alianza Atlántica y los países que participan en la operación no desean el enquistamiento de la situación. Cuanto más se prolongue en el tiempo, mayor sería el riesgo de que se pueda producir una partición de Libia, que dejaría el oeste en manos de Gadafi y el resto del país en las de los rebeldes. Por otra parte, los aliados no pueden descartar un incremento en la oposición al conflicto entre sus opiniones públicas. Si no se ha producido hasta ahora ha sido, entre otras razones, porque no se han producido bajas entre las fuerzas internacionales que participan en la guerra.
Al igual que el resto de los aliados, también el Gobierno español se dispone a prolongar la misión. La ministra de Defensa ha anunciado que solicitará una prórroga indefinida de la autorización para mantener las tropas a disposición de la Alianza Atlántica. La decisión es coherente con el compromiso adquirido por España, sobre todo cuando estarían advirtiéndose fisuras en el monolítico régimen de Gadafi.
Junto a esta iniciativa, la ministra de Asuntos Exteriores se entrevistó en Bengasi con el Comité de Transición Nacional, al que consideró como "legítimo representante" de Libia, antes de viajar a Abu Dabi. El protagonismo político buscado por la titular de Exteriores es una de las causas por las que EE UU ha reprochado a España la limitación de su compromiso militar, del que está excluida la participación directa en los bombardeos. Ante el Gobierno español parece dibujarse, entonces, la disyuntiva de incrementar el compromiso militar o bien limitar el protagonismo político.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.