La nueva fiebre del oro negro alcanza Tarragona y Lleida

La sed por hallar nuevos yacimientos de petróleo, alentada por la escalada del precio del crudo en el mercado internacional y la imparable subida del precio del barril de petróleo ya ha alcanzado las provincias de Tarragona y Lleida. Una empresa que figura en el registro mercantil de Barcelona, Frontera Energy Corporation, ha solicitado autorización al Gobierno central para realizar prospecciones a la caza de hidrocarburos en distintas áreas próximas a la zona por la que el río Ebro entra en Cataluña. Estas zonas comprenden amplias extensiones de las provincias de Tarragona y Lleida limítrofes con las provincias de Zaragoza y Huesca.

El Ministerio de Industria, que posee las competencias para otorgar este tipo de permisos, ha abierto un plazo de dos meses para que los posibles afectados presenten las alegaciones pertinentes. El proceso, que da por informada a la población tras la publicación de la solicitud en el Boletín Oficial del Estado, peca de cierto oscurantismo, lamentaron varios de los Ayuntamientos afectados por la prospección. Estos admitieron ayer no tener constancia de la posible búsqueda de petróleo en su territorio y pidieron a este diario no revelar el nombre de las localidades afectadas para evitar generar nerviosismo entre sus ciudadanos.

Durante estos dos meses de plazo, el Gobierno central también oirá ofertas de otras empresas que pretendan competir por explorar la presencia de petróleo en el terreno solicitado por Frontera Energy. La Generalitat no dispone de competencias en esta solicitud porque el suelo afectado incumbe también al territorio de Aragón.

Frontera Energy ha solicitado permiso para explorar más de 410.000 hectáreas alrededor del sudoeste catalán en busca de petróleo, pero se trata de una empresa sin capacidad de extracción, añaden fuentes del sector. En caso de éxito en los sondeos, añaden, subastará la comercialización de los derechos de los yacimientos entre las grandes compañías petrolíferas. "El beneficio por hacerse con un yacimiento de apenas varios miles de barriles, un hallazgo muy pequeño, se ha disparado", ilustran estas fuentes. "Y si se encuentran pequeñas bolsas de crudo en Lleida o en Tarragona, el negocio será probablemente muy rentable".

La búsqueda de crudo en territorios poco convencionales en los que estudios previos ya han presupuesto que no contienen crudo en elevadas cantidades responde a una suerte de nueva fiebre del oro negro, detallan fuentes del sector petrolero. La escasez de las reservas conocidas de petróleo y los avances tecnológicos que permiten reducir los costes de extracción de crudo han realimentado el interés por la investigación de hidrocarburos en España y otros países de Europa. También en Cataluña, donde las últimas prospecciones en busca de crudo se realizaron, sin éxito, alrededor de los años ochenta.

Previsiblemente, la búsqueda en áreas de Tarragona y Lleida no será la única sobre suelo catalán: los expertos pronostican que el barril de petróleo, que a mediados de 2009 se pagaba a unos 75 dólares y ayer costaba ya 102 dólares, podría alcanzar un valor de 200 dólares en la próxima década.