El PP se suma ahora a la propuesta de reducir los coches oficiales

Empieza la legislatura en el Ayuntamiento de Madrid y no se habla de la deuda, ni del paro ni de la financiación local ni de los retos de futuro. Se habla de coches oficiales. La mayoría, conducidos por funcionarios y cuyo alquiler sale por un total que ronda los 350.000 euros al año. Toque o no toque hablar de eso, les guste o no les guste -que no les gusta, según admiten en público y en privado-, los partidos lo están haciendo. No les ha quedado más remedio después de que UPyD, la sorpresa de las elecciones, haya hecho bandera del transporte público.

El PP se pronunció ayer. Propondrá a los otros tres partidos reducir los coches oficiales a uno por distrito, uno por concejalía, uno para cada portavoz de los grupos municipales (ahora son cuatro: PP, PSOE, IU y UPyD), además del del alcalde, y vehículos llamados "de incidencias" para cuestiones puntuales. En la práctica, los que se quedan sin coche oficial son los concejales de la oposición. Los 21 que presiden las juntas de distrito y los nueve que dirigen las concejalías, todos del PP, seguirán teniéndolos. Esa distribución, sin embargo, podría cambiar, porque Alberto Ruiz-Gallardón está estudiando una reestructuración del organigrama del Consistorio, y podría reducirse el número de juntas y de concejalías.

En la oposición solo tendrá vehículo asignado Jaime Lissavetz-ky (PSOE), Ángel Pérez (IU) y David Ortega (UPyD), según la propuesta que los populares van a llevar a la comisión técnica que han acordado crear para discutir cuestiones de funcionamiento y de reparto de medios materiales y económicos. Se reúne mañana. Hasta ahora, Madrid ponía coche oficial a los 57 concejales electos, ya que consideraba el vehículo necesario dado que todos llevan escolta.

Los socialistas no ocultan su malestar por el hecho de que los populares hayan decidido lanzar su propuesta a los medios de comunicación y no en la reunión técnica prevista para mañana. Les han molestado las formas, sobre todo porque el anuncio llega un día después de una reunión oficial entre todos los grupos en la que no se trató el tema. Ruth Porta, concejal electa del PSOE, aseguró que su partido también defiende la reducción de vehículos oficiales. "No vamos a poner peros a la reducción", afirmó. "Todo lo contrario. Además, nosotros ya lo propusimos el año pasado, durante el debate sobre el estado de la ciudad". Eso sí, confía en que esta medida sea solo la primera y que se ponga en marcha un auténtico "plan de austeridad en todo el Gobierno municipal".

Ángel Pérez (IU) asoció el coche oficial a la escolta -si el Ministerio del Interior dice que ya no hay motivo para llevar seguridad, se puede hablar de reducir coches, aseguró- y defendió también que un concejal necesita moverse por toda la ciudad con facilidad para poder ejercer la labor de oposición en todos los barrios. "Esto no es un puesto de trabajo de ocho horas, de llegar, sentarse y marcharse a comer a casa", afirmó. Se niega, añadió, a que se paguen taxis.