La firma sustituye al apretón de manos

Los vascos se muestran cada vez más desconfiados. La crisis ha agravado una tendencia que ya venía de años atrás. Uno de cada dos ciudadanos encuestados en un sondeo cree que los demás no resultan de fiar y solo un 2% confía más en las personas de su entorno que en 2008. Sin embargo, Euskadi es una comunidad más confiada que el resto de las españolas y que, además, se considera noble. El 92% de los vascos se considera de fiar.

Así lo indica un estudio presentado ayer en Bilbao por la aseguradora ARAG, realizado a partir de entrevistas telefónicas a 415 personas. Tres años después del estallido de la crisis, la suspicacia se ha extendido, especialmente entre los más afectados por ella: los desempleados y los jóvenes, que estiman que el 70% de las personas no son dignas de confianza.

El recelo se ha extendido tras el estallido de la crisis económica

El recelo se extiende como una ola e incluso cambia las dinámicas que hasta ahora habían prevalecido. El apretón de manos ya no resulta suficiente. Un 88% de los encuenstados sostiene que se deben poner las cosas por escrito para asegurarse de que no haya engaños, el 81% afirma que un abogado resulta la mejor solución para proteger sus derechos y el 59% se preocupa por ellos antes de encarar un problema. Virginia Tusell, directora de mercadotecnia de ARAG, destacó que hoy en día se reclaman facturas por cuestiuones que hace unos años resultarían insignificantes. "Estamos pasando de la cultura de la queja a la de la reclamación", según remarcó.

Más de la mitad de los sondeados siente que hace dos décadas las personas resultaban más de fiar. La confianza está dañada y especialmente en el mundo rural, según refleja el estudio. Quienes residen en él tienen la certeza de que sus más allegados no les fallarán, pero realmente desconfían de quien no le resulta familiar. Por contra, los residentes en núcleos urbanos con estudios superiores son los más confiados.

El 65% de los encuestados -10 puntos por encima de la media nacional- decide dar un voto de confianza a los demás, pese a conocer los riesgos. Además, siguen respetando las buenas causas, pues el 84% confía en proyectos solidarios de los que no espera nada a cambio.

¿De quién desconfían los vascos? El mayor número de desengaños, según el sondeo, procede de personas ajenas al entorno más personal, pero en el 17,4% de los casos la propia familia, los amigos o la pareja han sido quienes han traicionado la confianza. Un 48% reconoce que ha sido engañado en el último año.

Por comunidades, el 40% de los sondeados, a diferencia del resto de los españoles, se fía de los catalanes. Los gallegos y los andaluces también generan confianza, aunque en menor medida. Las comunidades de las que menos se fía Euskadi son Baleares, Canarias y Murcia.