Acampados también con lluvia
El obispo de Lleida tacha de "aterradoras" las imágenes de las actuaciones policiales en la ciudad y en Barcelona
La lluvia llegó ayer a Barcelona. Y por tanto, a la plaza de Catalunya, donde centenares de personas permanecen acampadas desde hace 16 días en contra del sistema político y económico actual. Pero que el suelo estuviese mojado y los indignados se empapasen no les hizo abandonar su protesta. A las nueve de la noche, como cada día, más de un centenar de personas se sumaron también a la cacerolada a pesar de la intensa lluvia.
Sin embargo, el mal tiempo complicó la celebración de la asamblea general diaria. Ayer tenían previsto votar a las 21.30 si continuaban en la plaza o si la abandonaban. La decisión se tomará en la asamblea de hoy.
La lluvia tampoco amedrentó a la treintena de indignados que llevan desde el 18 de abril acampados en la plaza de la Font, en Tarragona. Han decidido mantener la acampada de manera indefinida y pretenden extender el movimiento por los barrios y las poblaciones cercanas, como Salou y Torredembarra. Ayer, durante toda la jornada, pidieron plásticos, toldos y tiendas de campaña para combatir el mal tiempo. Debido a la lluvia, por primera vez dejaron el campamento por la noche y realizaron la asamblea diaria en un casal popular.
El viernes de la semana pasada los indignados temieron que el Departamento de Interior, que envió a los Mossos d'Esquadra a limpiar la plaza de Catalunya, los echase. La actuación policial, que ha sido duramente criticada por su desproporción, se repitió en Lleida. Ayer el obispo de la ciudad catalana, Joan Piris, criticó la contundencia utilizada por los agentes y tachó de "aterradoras" las imágenes de estas actuaciones policiales emitidas por televisión.
Está previsto que hoy el consejero de Interior, Felip Puig, responda a varias preguntas parlamentarias sobre la actuación de los antidisturbios en el desmantelamiento.
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