La tiara industrial vasca
Jesús Candil, director general de Industria, pedía a la ciudadanía de Castilla-León que "cuidase a la automoción, joya de la corona industrial". Entre coches, neumáticos y auxiliares más del 25% del PIB de la comunidad vecina depende de ese sector productivo. En Euskadi, la automoción y su entorno aporta buena parte de nuestra musculatura económica: cerca del 17% del PIB. Pero, ¿cuidamos y fomentamos esa actividad, como aconseja Candil? ¿Potenciamos la competitividad e innovación de nuestra automoción, transporte y movilidad? ¿Lo hacen nuestras instituciones? ¿Lo promovemos en las empresas?
Nuestros vecinos de Castilla-León cuentan con las factorías de Renault e Iveco en Valladolid y Palencia, Nissan en Ávila, y con suministradores de componentes como el Grupo Antolín, de Burgos. En Euskadi, el sector de componentes de automoción reúne, según el cluster Acicae, a 300 empresas que facturan más de 10.000 millones de euros y da empleo a más de 40.000 personas en el País Vasco. A ello se suma Mercedes-Daimler Vitoria, con 100.000 vehículos anuales y 3.000 empleados. Michelín ocupa, en sus plantas de Lasarte y Vitoria, a una cifra similar de trabajadores, al igual que Bridgestone en Basauri.
Hay que prever cómo será el mercado de la movilidad, su desarrollo y necesidades
Podríamos preguntarnos si nos hemos quedado ahí, en la sencilla fabricación de uno u otro elemento como una tulipa o unos discos de freno que pronto serán superados por la demanda tecnológica de los nuevos modelos de vehículos. ¿Trabajamos, con el liderazgo de nuestras instituciones y centros de I+D, anticipándonos al futuro inmediato estudiando qué van a precisar los nuevos vehículos que saldrán al mercado en las siguientes décadas? ¿Colaboran las empresas del sector en tareas de formación e investigación en este terreno? Si queremos que nos compren más allá de nuestras fronteras tenemos que elaborar el mejor producto para las futuras necesidades. Buena parte de lo que se ha fabricado hasta ahora se desfasa: la barata mano de obra de terceros países con livianas legislaciones lo hace igual y sin problemas.
Candil cifra en 250.000 los vehículos eléctricos que circularán en España en 2014. Merkel dice que en 2020, en su país, contarán con un millón de eléctricos y que Alemania debe ser "el mercado y proveedor líder para la movilidad eléctrica", fijando el objetivo de seis millones de eléctricos en 2030. ¡Ahí está la clave de la previsión: prever cómo será el mercado del motor, transporte y movilidad, su desarrollo y sus necesidades! El vehículo eléctrico -Leaf, Twizy, Imev, Tesla o Hiriko- llega silencioso y con fuerza al mundo más avanzado. Con él, la automoción va a conocer nuevos campos de desarrollo.
Desaparecidas nuestras grandes industrias navales, fundiciones, metalúrgicas y parte de la máquina herramienta, Euskadi -con la excepción del área energética- carece de un sector emblemático que le represente. Un producto que abra la puerta a la actividad económica vasca en los países emergentes y en las economías asentadas que carezcan de suficiente conocimiento e iniciativa.
La autocomplacencia está ahí. Es muy peligrosa pero se supera con investigación, innovación y generando nuevos productos en sectores de futuro. El transporte de personas -la movilidad- es una oportunidad que no podemos dejar pasar. Al igual que la informática y las comunicaciones, este sector evolucionará vertiginosamente. El vehículo eléctrico es una apuesta global tras el agotamiento de los recursos petroleros del planeta. En el terreno de la automoción, nuestro posicionamiento es estratégico pero debemos evitar limitarnos a suministrar piezas a las multinacionales del motor. Nuestra industria ha de apostar fuerte por el futuro, ¡algo que este país lleva en su ADN! Ello nos evitará disgustos gracias a una transformación profunda de nuestra industria en una transición tranquila hacia nuevas posiciones. Algo que tardará unos años en desarrollarse completamente.
La investigación tecnológica, la biotecnología y, especialmente, la automoción son algunos de los sectores que, impulsados por la Administración pública y la empresa, pueden situar al País Vasco entre las regiones referenciales de la Europa más desarrollada. La crisis que vivimos va a durar tiempo y servirá para que Asia (China) y Brasil marquen importantes tiempos en la economía del mundo.
Europa, con nuestra euroregión en su vanguardia, no ha de perder comba. La población del planeta se moverá como nunca lo ha hecho y esa movilidad sostenible puede ofrecer una de sus mayores oportunidades de futuro a la automoción en Euskadi. Un recurso que puede convertirse en la Gran Tiara de las Coronas industriales.
Íñigo Antía es director general de Hiriko-Afypaida.
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