Una ciudad azulgrana
El Arc de Triomf se estrena con éxito como enclave para seguir la final
Barcelona estaba preparada para ver el partido. El Ayuntamiento, junto con la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), en un intento de establecer un nuevo espacio para celebrar las victorias deportivas -sobre todo las del Barça- instaló una pantalla gigante al pie del Arc de Triomf, frente al paseo de Lluís Companys, que atrajo a más de 35.000 personas, según la Guardia Urbana; un público de todas las edades, sobre todo adolescentes, tiñó de azulgrana la avenida.
La colorida imagen contrastaba con las calles desiertas del resto de la ciudad. Las elásticas con los colores azulgrana fueron mayoritarias a lo largo del paseo, aunque el naranja también tuvo una presencia destacada, un color más que significativo en la mística del club. Y es que fue ese el color de la camiseta que vistió el equipo de Johan Cruyff cuando alzó, hace dos décadas, la primera Champions en la historia del Barcelona, precisamente en el mismo escenario que esta final, el londinense y mítico estadio de Wembley.
35.000 personas siguieron la final en el paseo de Lluís Companys
Hoy a las 17.30 horas empezará la 'rua' de celebración hasta el Camp Nou
Una multitud que vivió un momento álgido con el gol de Pedro en la primera parte, pese a que el empate del inglés Wayne Rooney, minutos más tarde, parecía que enfriaba los ánimos. Luego, los tantos de Leo Messi y David Villa desataron la locura y los decibelios entre los culés que habían acudido al Arc de Triomf, una ubicación poco habitual, ya que en los últimos años el Ayuntamiento barcelonés había fijado el punto de encuentro de la afición en la plaza de Catalunya. Este año la televisión catalana decidió cambiar la ubicación de la gran pantalla y no colocarla en la icónica plaza, pegada al lugar tradicional de celebración azulgrana, la fuente de Canaletes, debido a la acampada de indignados que desde hace dos semanas ocupa el lugar.
Pero los enérgicos culés de Arc de Triomf se dividieron sobre las 22.40, cuando Eric Abidal, ayer capitán azulgrana, alzó la cuarta Copa de Europa del Fútbol Club Barcelona. Tras el estruendo de bengalas y petardos, varios miles de jóvenes empezaron una romería hacia el santuario de Canaletes. "Vámonos pa Canaletes, nen", instaba un joven Alejo a sus cuatro entregados camaradas.
Y así, miles empezaron a andar entre cánticos. El público familiar se quedó en Lluís Companys. La ruta, condicionada por los cortes de tráfico de la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, iba por la calle de Trafalgar hasta Urquinaona para, una vez superado el embudo de la calle Fontanella, alcanzar triunfalmente la plaza de Catalunya. No hubo choque entre indignados y culés, ya que estos optaron por tomar en tropel la fuente de Canaletes para celebrar la victoria.
Menos suerte tuvieron los culés que habían decidido seguir la final en el Miniestadi. Cuando faltaba menos de una hora para el inicio del encuentro, el club optó suspender la transmisión por no poder garantizar la estabilidad de la pantalla instalada en el campo donde habitualmente juega el filial del Barcelona. Este contratiempo obligó a los cerca de 5.000 seguidores que habían adquirido localidades para seguir el partido a buscar otro lugar a toda prisa.
La celebración invadió también las calles de diversos barrios de la capital catalana, donde se oían sin cesar los cláxones de los coches en medio del ruido de petardos y de la algarabía general.
Por otra parte, el Barcelona celebrará esta tarde la consecución de su cuarta Copa de Europa con la tradicional rua por las calles de la capital catalana, que en esta ocasión empezará a las 17.30 horas en el puerto de Barcelona y acabará, cuatro horas y media después, en el Camp Nou.
La caravana azulgrana partirá del World Trade Center y atravesará el paseo de Colom, la Via Laietana, Pau Claris, la Gran Via, el paseo de Gràcia, la calle de Aragó, la avenida de Roma, la calle del Comte d'Urgell, la avenida de Sarrià y la Travessera de les Corts. Los accesos al Camp Nou se abrirán a las seis de la tarde, momento en el que empezarán una serie de actividades y actuaciones musicales en la explanada del estadio hasta media hora antes de que empiecen los parlamentos del equipo campeón. Hacia las nueve de la noche, la plantilla aparecerá sobre el césped del estadio para dirigirse a la afición.
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