Un albañil denuncia que construyó un zulo en el bar del parricida de Tarragona
Ramón Laso está encarcelado por la desaparición de su pareja y su cuñado
Ramón Laso -sospechoso y encarcelado por la desaparición en 2009 de su pareja, Julia Lamas, y su cuñado, Maurici Font, en Els Pallaresos (Tarragonès)- hizo construir una habitación secreta en el bar que regentaba en la urbanización de Riu Clar. Desde la detención de Laso, el pasado 30 de marzo, los Mossos d'Esquadra han buscado sin éxito los cuerpos de Lamas y Font, utilizando incluso georradares en la huerta de Laso.
Según consta entre las páginas 2.337 y 2.339 del sumario del caso, es un zulo de nueve metros cuadrados situado en la planta de arriba del local. Laso encargó su construcción a un vecino, propietario de una empresa de reformas. El día en que detuvieron a Laso, el 31 de marzo, el albañil se enteró del caso por los medios de comunicación y acudió a alertar al Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes remitieron ese mismo día la declaración al juzgado 5 de Tarragona. En ella, el denunciante explica que es un espacio imperceptible, tapiado con placas tipo pladur, y oculto entre una pared y unas rejas. Al parecer, Laso lo hizo construir con la excusa de "guardar sus cosas". Las obras se realizaron "de 4 a 6 meses antes de su detención". Es decir, entre octubre y diciembre de 2010.Pero este zulo no fue lo único que llamó la atención al constructor, que también fue contratado por Laso para realizar las reformas de los urinarios del bar, situados en la planta baja. El albañil explicó a los agentes de policía que en la habitación de estos baños, en la parte izquierda de la pared y al lado de la puerta, existe un espacio "de 50 centímetros de fondo, 60 de ancho y 2,20 metros de alto". El albañil indicó a Laso que los urinarios quedarían mejor si en el hueco colocaba el lavamanos, ya que así quedaba disimulado. La respuesta de Laso fue "que era un espacio que no quería utilizar".
El albañil ofreció a la policía más detalles: una semana después volvió al bar y se dio cuenta de que el presunto homicida había realizado obras por su cuenta: había tapiado ese espacio defectuoso, realizando un hueco con tornillos. Después, lo había ocultado "con la encastración de un espejo y colocado enfrente dos pilas de cajas de cerveza".
Un portavoz de los Mossos explica que las declaraciones de este vecino en un primer momento levantaron sospechas, pero que finalmente las desestimaron porque en ellas "había algunos puntos inconexos que no tenían sentido". Los agentes registraron el bar de Laso el día de su detención, cuando el albañil aún no había denunciado la existencia del zulo. La actual pareja de Laso, que mantiene el bar abierto, asegura que los Mossos no han vuelto al local desde entonces.
Laso está imputado por los homicidios de su mujer, Julia Lamas, y su cuñado, Maurici Font. Ambos desaparecieron el 27 de marzo del 2009. El detenido explicó que los dos se había enamorado y fugado juntos, pero las investigaciones policiales también prueban que Laso intentó suplantar la identidad de su cuñado en varias ocasiones.
Font, ex celador del Hospital Joan XXIII, recibía una pensión por invalidez, y a los dos meses de su desaparición Laso se hizo pasar por él para cobrar el dinero. También llamó al Diari de Tarragona desde Morella (Castellón) y volvió a suplantar la identidad de su cuñado afirmando que estaba con Julia y que no volverían.
Su actual mujer, de nacionalidad paraguaya y con la que se casó en diciembre del 2010, sostiene que Laso le ha dicho que tiene "la conciencia tranquila porque no ha hecho nada".
El presunto asesino ya fue condenado en 1993 a 57 años de prisión por matar en 1988 a su primera mujer (tenía una amante y quiso librarse de ella) y nueve meses después a su hijo de seis años para cobrar tres millones de euros del seguro. Disfrazó las muertes: la de su mujer, simulando un suicidio en las vías del tren, y la del niño, con un accidente de tráfico. Los cuerpos le delataron. Pese a los crímenes, en 1999 ya gozaba de libertad condicional gracias a la remisión de condena.
Laso aprendió la lección porque en esta ocasión la policía sigue sin encontrar los cuerpos de Maurici y Julia. A petición del abogado de la acusación, Pere Sutil, los Mossos d'Esquadra registraron un huerto del detenido, pero de momento no hay rastros de los cadáveres. Después de 22 meses y tras reiteradas peticiones de Sutil, el lunes se levantó el secreto de sumario. "A partir de ahora podremos pedir que se practiquen más diligencias", afirma Sutil.
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