Historia de una ruptura
El lunes, apenas horas después del recuento de votos que daba una mayoría absoluta a IU en Rivas Vaciamadrid, el alcalde en funciones José Masa, dispuesto a gobernar esta vez en solitario, cesó a todos los cargos de confianza del PSOE, su socio de gobierno durante los últimos cuatro años. A esos trabajadores les cortaron la línea de teléfono móvil y no pudieron acceder a la información que tenían en sus ordenadores de la oficina. Fue el último capítulo de una historia que acabó en ruptura entre dos partidos que venía fraguándose desde hacía un año.
"Dentro del Gobierno el PSOE se había convertido en esta última época en un partido opositor. Eso es deslealtad institucional", explica Masa. "El alcalde tomó una decisión que se ajusta a la legalidad", dice refiriéndose a él mismo. Reconoce que quizá se actuó con demasiada celeridad o que pudo haberse producido algún tipo de problema de comunicación entre ambas formaciones. La realidad es que no hubo entendimiento posible. Su partido y los socialistas llevan enfrentados desde hace mucho tiempo.
El PSOE se lo ha tomado directamente como una purga. "Este es el comportamiento de la nueva mayoría de IU: echar a la calle, sin aviso previo y de malas maneras a trabajadores de libre designación. Por supuesto no ha contestado a mis llamadas, ni el alcalde, ni ningún concejal responsable de este gesto antidemocrático y dictatorial que nos anticipa lo que va a ser la próxima legislatura", manifestó el primer teniente de alcalde y portavoz del Grupo Municipal Socialista, Guillermo Magadán.
Los cargos, tanto lo que dependen de las concejalías aún socialistas como el personal del Grupo Municipal, cuentan desde el PSOE, fueron sorprendidos a media mañana cuando no pudieron entrar en su correo electrónico, ni llamar desde los móviles ni entrar en sus despachos con la tarjeta electrónica.
El alcalde en funciones recuerda que hace un año se hizo público un sondeo que daba la mayoría absoluta a IU, tal y como ha ocurrido al final. A partir de ahí, según su versión, los socialistas, que preferían tener un alcalde de su cuerda, empezaron a hacer oposición desde dentro del Ayuntamiento. Aún así, dice que aunque va a empezar a mandar en solitario en un futuro incluirá al partido de izquierdas en su proyecto: "Así ha sido siempre. Nos hemos apoyado mutuamente. Cuando ellos se aclaren y piensen qué quieren hacer, estamos dispuestos a tenderles la mano".
Más tarde, uno de los asesores de Masa recibe una llamada de teléfono. "Sí, vale. Me parece bien. Nos vemos, hasta luego", se despide fríamente y cuelga. Al otro lado de la línea estaba otro asesor del PSOE. Así es su relación ahora mismo.
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