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Entrevista:BENIGNO AQUINO III | Presidente de Filipinas

"Una vez que el pueblo se embarca en un cambio, no hay fuerza que lo pare"

De 51 años y nacido en Manila, Benigno Aquino III es presidente de Filipinas desde junio de 2010. Decidió presentarse a los comicios tras ser reclamado por un amplio sector de la población después del fallecimiento de su madre, Corazón Aquino.

Titulado en economía, de confesión católica y soltero, pertenece a una familia de raigambre política. Su padre, Benigno Aquino Jr., ferviente opositor al dictador Marcos, fue asesinado en Manila en 1983 al descender del avión en el que regresaba del exilio en Estados Unidos, donde se refugió tras haber pasado siete años encarcelado en su país. Su madre, conocida como Cory Aquino, presidió Filipinas entre 1986 y 1992, tras la pacífica Revolución del Poder del Pueblo, que puso fin a los 20 años de poder de Marcos (1966-1986).

"Hay 4,6 millones de familias que viven bajo el umbral de la pobreza"
"Queremos acabar con la cultura de la impunidad de la corrupción"
"Ir a otro país a trabajar debería ser una elección, no una necesidad"
"Esperamos un acuerdo de paz con los separatistas en un año"
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Benigno Aquino III resultó herido por varias balas en un intento golpista en 1987. Aficionado al tiro como ejercicio físico, confiesa que apenas tiene tiempo para leer libros o ver películas. Recibió a EL PAÍS en el palacio de Malacañang, un complejo de edificios blancos de estilo colonial español entre jardines en el corazón de Manila. Habló bajo un gran óleo con el retrato de su madre.

Pregunta. ¿Cuál es la lección de 25 años desde la revolución?

Respuesta. La lección central es que, una vez que el pueblo se embarca en un cambio, no hay fuerza que lo pare, y que un Gobierno que olvida que su mandato proviene del pueblo no sobrevivirá. En el periodo posrevolucionario, buscamos dar derechos especialmente a aquellos que se oponen a nosotros, porque esa es la prueba de la democracia. Pero hay muchos temas que no se han cerrado, como la reforma judicial. Nuestro lema es "sin corrupción, no debería haber pobres".

P. ¿Es más complejo dirigir una democracia que una dictadura?

R. Algunas escuelas de pensamiento en Asia aseguran que la mentalidad asiática es más proclive a un sistema paternalista de gobierno, pero la democracia es el mejor de los sistemas existentes. Puede llevar más tiempo cuando intentas establecer un consenso, pero, una vez que lo alcanzas, tienes una base sólida para llevar a cabo incluso transformaciones revolucionarias.

P. Filipinas sufre una gran brecha social entre ricos y pobres. ¿Qué hacen para reducirla?

R. Tenemos el programa de transferencia de dinero condicionada para los 4,6 millones de familias que viven bajo el umbral de la pobreza. Solo el 14% de quienes entran en el sistema educativo acaban la universidad. El programa promete a las familias un dinero si mantienen a los niños en la escuela, los vacunan y las embarazadas acuden a los chequeos. Queremos corregir la mortalidad infantil, incrementar la escolarización y universalizar la sanidad.

P. El 10% de la población filipina ha emigrado. ¿Le gustaría que regresaran?

R. El objetivo último es que vuelvan. Ir a otro país debería ser una elección, no una necesidad.

P. ¿Es posible erradicar la corrupción?

R. Hay corrupción porque la gente tiene una razonable seguridad de que no será perseguida. Estamos luchando también contra la evasión fiscal y el contrabando. Queremos acabar con la cultura de la impunidad.

P. Filipinas se acerca a los 100 millones de habitantes. ¿Ha llevado esto a su Gobierno a impulsar el controvertido proyecto para dar educación sexual en los colegios y facilitar el acceso a métodos anticonceptivos, que ha sido rechazado por la Iglesia católica?

R. Cada año se producen en Filipinas 2,5 millones de nacimientos. En 1986, éramos 50 millones y ya somos más de 95. Hay una escasez de 140.000 aulas, y el 40% de la población no puede visitar a un médico en toda su vida. El Estado debe advertir a los padres de que cuando tienen un hijo adquieren una responsabilidad. Pero no puede imponer los métodos de planificación familiar.

P. ¿Cómo ve la situación del separatismo en Mindanao y el sur de Filipinas -donde operan el Frente Nacional de Liberación Moro, el Frente Islámico de Liberación Moro, el Nuevo Ejército del Pueblo (comunista) y el grupo de Abu Sayyaf- y el proceso de paz en marcha?

R. Somos optimistas. Esperamos tener un acuerdo completo en un año. Luego, podremos acelerar el desarrollo económico en Mindanao. Hemos tenido relativa paz durante un tiempo con la insurgencia musulmana, y la amenaza comunista está siendo marginada. Abu Sayyaf solo se dedica a secuestrar y extorsionar. Tras el acuerdo, habrá grupos que recurrirán al bandidaje, pero no tendrán un gran apoyo. Lo que lleva a unirse a la insurgencia es la falta de oportunidades económicas más que las creencias ideológicas o religiosas.

P. ¿Cómo están las relaciones con Estados Unidos?

R. Tenemos un tratado de defensa mutua. Es un importante socio comercial. Necesitamos cooperar más en cambio climático, terrorismo y blanqueo de dinero.

P. ¿En qué estado está la investigación de la matanza de Mindanao (en noviembre de 2010, en la que fueron asesinadas 57 personas, entre ellas 30 periodistas)?

R. Buscamos aún a 100 implicados, tenemos a 89 bajo custodia. Hemos cambiado a gran parte de los jefes de las fuerzas de seguridad en la zona. Este caso será clave para probar si tenemos un sistema judicial creíble.

P. ¿Cómo ve las relaciones con España?

R. Me impresiona la forma en que está organizada la comunidad filipina en España y las buenas relaciones que tiene con las autoridades municipales. En Filipinas, hay un programa para potenciar la enseñanza del español, y esperamos incrementar los intercambios comerciales.

P. China y Filipinas han tenido fricciones recientes: disputas territoriales en el mar del Sur en China, el asalto al autobús de turistas de Hong Kong secuestrado en agosto del año pasado en Manila en el que murieron ocho viajeros, y la ejecución en China de tres traficantes de droga filipinos pese a peticiones de clemencia. ¿Cómo ve las relaciones mutuas?

R. En el mar del Sur de China hay un potencial de conflicto, pero, si cooperamos, todos podemos beneficiarnos de los recursos. Agradecemos que China considere el incidente de los turistas un asunto aislado. En Filipinas hemos renunciado a la pena de muerte y esperábamos que fuera más sensibles a nuestras demandas. Pero China tiene sus leyes.

Benigno Aquino, en abril de 2010, cuando era candidato a la presidencia de Filipinas.
Benigno Aquino, en abril de 2010, cuando era candidato a la presidencia de Filipinas.EDWIN TUYAY (GETTY)

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