El Todo y la Nada

Ensayo. Meher Baba (Puna, 1894-1969), uno de los más reconocidos místicos de la India contemporánea, pasó los 40 últimos años de su vida en silencio y, sin embargo, en una paradójica revalorización de la palabra frente a éste, dio discursos, conversaba con sus discípulos (valiéndose de una tabla alfabética o usando las manos al modo de los sordomudos) y escribió libros. A la vez, y aunque se proclamaba Dios encarnado, el responsable último del universo, y exigía ser tratado como tal, repetía con frecuencia que todos somos Dios, que en todo ser humano está Dios al completo y sin fisuras por más que la mente se empeñe, contra el corazón, en agrietar o negar esa condición. La doctrina de Meher Baba está repleta de contradicciones aparentes como las anteriores ("Dios es tímido", "Dios es desamparo y omnipotencia"), pero prima una exhaustiva voluntad de sistema que le llevó a elaborar complejas tablas de niveles y porcentajes de acceso a la divinidad, gráficos sobre los distintos mundos espirituales y una afinada terminología que tomó del vedanta y del sufismo, y también del budismo, del cristianismo o del zoroastrismo de sus padres. Dios habla. La creación y su propósito (Kairós, 2001) es su gran tratado religioso, el lugar donde estudiar ese exigente sistema intelectual que reniega del intelecto como instrumento para despertar a la propia divinidad. El Todo y la Nada, compuesto de pequeños y sencillos textos inspirados (reflexiones, historias ejemplares, artículos...) es un buen sitio donde descansar del sistema, del intelecto y de uno mismo mientras Dios, sea esto lo que sea o lo que no sea, llega.