"Otros candidatos harán lo mismo que yo en inmigración si gobiernan"
El paseo, que no la entrevista, comienza en la plaza de la Universitat. El ruido del tráfico impide poner en marcha la grabadora y con el candidato del PP, Alberto Fernández Díaz, conviene no entrar en materia hasta adentrarnos en el Raval. ¿No hay nada que hacer para combatir el ruido? ¿Tenemos que resignarnos a ser la ciudad ruidosa mediterránea que hemos sido siempre? "No, no podemos resignarnos, hay que cambiar las cosas con mejoras en el transporte público, sobre todo en Cercanías para evitar tantos coches entrando y saliendo de Barcelona", dice citando también la salida del vehículo eléctrico.
La respuesta es de manual, pero hay dudas de si lo que propone el PP (descuentos en la zona azul y flexibilización de la zona verde) no empeorará aún más el tráfico. Fernández Díaz, motorista empedernido, rechaza el argumento. "Lo que no puede ser es que los parquímetros tengan finalidad recaudatoria. Los últimos años el Ayuntamiento ha ingresado por esta vía mucho más de lo previsto".
"A quien le han robado no le sirve que le digan que Barcelona es segura"
"La prostitución no debe estar en la calle (...) cuando prohíbes obligas a intervenir"
"Barcelona necesita una tercera vía, ni tripartito ni pacto nacionalista"
Una vez en El Raval, ya cerca del Centro de Cultura Contemporánea, no tarda en salir en la conversación la relación del Partido Popular con este barrio. ¿No será El Raval y la denuncia de sus problemas un medio para ganar votos en otros barrios de la ciudad más receptivos al partido? ¿Tiene realmente el PP soluciones para este barrio? "Lo que yo quiero es que el Raval forme parte de la mejor Barcelona y no que otros barrios sean como el peor Raval. Es un gran barrio que debemos cuidar. Por eso hago estas propuestas".
Pues entremos a analizarlas. Expulsión inmediata de los inmigrantes multirreincidentes. Los delincuentes multirreincidentes españoles, en cambio, a la cárcel. ¿Pragmatismo o trato diferenciado según el lugar de origen? "Lo que yo pido es cumplir la ley, hacer lo que dice el Código Penal", defiende el candidato. "Hay que cumplir la ley y las resoluciones judiciales". No quiere entrar en detalles cuando se le recuerda que la ley es la misma en toda España y que, en este caso, tampoco la aplican los alcaldes del PP en otras ciudades. "Yo hablo sobre Barcelona, no entro en aquello que pasa en otros sitios". Una posición muy cómoda, le reprocha el periodista. "Yo tengo que velar por Barcelona, bastantes problemas tiene ya esta ciudad".
Fernández Díaz es optimista con los sondeos electorales. Asegura que están acariciando el octavo concejal (ahora tienen siete) y que será decisivo para formar gobierno. "Barcelona necesita una tercera vía, ni tripartito ni pacto nacionalista de CiU con la ERC de Joan Laporta".
Si algo le reconocen a Alberto Fernández Díaz incluso sus más acérrimos rivales es que su discurso no cambia con el tiempo. Defiende lo mismo, o casi, que hace ocho años, cuando optó por primera vez a la alcaldía. Seguridad, mano dura contra la inmigración irregular y orden en la vía pública. Con los años ha perfeccionado el discurso, pero la Barcelona que presenta sigue asemejándose mucho a una urbe latinoamericana con altas dosis de inseguridad y crimen organizado. ¿No cree que este catastrofismo le impide hacer crecer su mensaje y ganar nuevo electorado? Las encuestas de criminalidad tampoco sitúan Barcelona en un lugar especialmente destacado... "A un ciudadano que le han robado, y el 25% dicen haber sido víctimas de algún tipo de delito, no le sirve de nada que el alcalde diga que Barcelona es una ciudad más segura que otras". Un transeúnte sale en su ayuda en este momento del recorrido, en la calle del Hospital. Le habla de problemas con mafias, gitanos, "gente de fuera". El candidato asiente, le da la razón. No le pide el voto directamente, pero insiste en que le entiende. Y sigue andando.
El discurso de mano dura con la inmigración planea por toda la conversación. El candidato del PP no quiere ser conocido solo por esta faceta como su colega de Badalona, Xavier García Albiol, pero no esconde que es un eje central de su discurso porque "cada ciudad tiene su propia identidad y la inmigración forma parte de Barcelona". Así pues, ¿por qué cuando Mariano Rajoy ha participado en la campaña catalana ha pasado de puntillas por el tema? "El PP mantiene el mismo discurso en toda España y luego lo adapta a cada ciudad. El objetivo es priorizar la lucha contra la crisis".
Hubo un tiempo en que el PP basaba casi todo su discurso en su mensaje antinacionalista. ¿El añadido de la inmigración es que lo primero ya no basta? "Las propuestas que hago no son novedosas. Las defiendo desde hace muchos años y no soy el único que piensa así. Otros candidatos a la alcaldía piensan lo mismo que yo sobre inmigración, y si gobiernan lo aplicarán".
Llegamos a la calle de Robador. Para algunos, el epicentro de todos los problemas del Raval, desde las drogas a la prostitución callejera. Para otros un laboratorio que ensaya formas de recuperación con el nuevo edificio de la Filmoteca y pisos sociales... Prostitutas apoyadas en las paredes, tenderos esperando clientes, poco ambiente que invite a pasear. Alberto Fernández camina sin que apenas nadie le reconozca. Una chica se le dirige para decir que no piensa votar. Ni a él ni a nadie, especifica. El candidato señala la mezquita Tarik Ibn Ziad y recuerda que está en fase de legalización por un problema "con las salidas de emergencia". ¿Qué haría en la calle de Robador si a partir del lunes estuviera en la alcaldía? "Darle seguridad". ¿Cómo?, ¿Con un guardia urbano cada 20 metros? "Fíjese que desde que hemos entrado en el Raval no hemos visto ni un solo guardia urbano". Le hacemos notar que sí había una patrulla unas calles más allá. "En cualquier caso aquí falta seguridad".
¿Y la prostitución?, ¿hay que prohibirla? ¿Basta con apartarla de la calle? "Lo que tengo claro es que la prostitución no debe estar en la calle", asegura. Prostitución fuera de la calle, mendigos fuera de la calle, salas de venopunción lejos del centro... ¿Ojos que no ven corazón que no siente? "No es eso. He sido el primero en denunciar asuntos que, como el fenómeno de los limpiaparabrisas en los semáforos, hemos podido eliminar. Cuando prohíbes algo obligas a intervenir".
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