El 'Endeavour' parte sin brillo a su última misión espacial
La nave lleva a la estación un detector de rayos cósmicos
El transbordador espacial Endeavour inició ayer su misión espacial número 25, la última. Cuando regrese, el 1 de junio, habrá culminado 24 años de servicio en órbita y será preparado para su destino final: el Museo de Ciencia de California. De momento, con seis astronautas a bordo, se dirige a la Estación Espacial Internacional (ISS), en órbita terrestre a 350 kilómetros de altura. Llegará mañana a la base con un cargamento de suministros y repuestos, así como un gran detector de rayos cósmicos, el AMS, construido en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) y con participación española.
La NASA tiene en el calendario un lanzamiento más de transbordador, el del Atlantis, fijado para principios de julio. Será el vuelo 135 y último de estas complicadas naves espaciales reutilizables, tres décadas después del primer vuelo, el del Columbia, en 1981.
La partida del Endeavour, con un retraso final de más de dos semanas sobre la fecha prevista, se produjo ayer sin incidentes pero también sin el brillo político planeado para el pasado día 29, cuando se contaba con el presidente Barack Obama en el Centro Espacial Kennedy (Florida) para despedir a la veterana nave. El detalle emotivo fue la presencia en la base espacial de la congresista Gabrielle Giffords, esposa del comandante del Endeavour Mark Kelly. La mujer está recuperándose del grave atentado que sufrió el pasado enero en Arizona.
Con Kelly viajan Greg Johnson, Greg Chamitoff, Mike Fincke, Drew Feustel y el italiano Roberto Vittori (Agencia Europea del Espacio). Durante la misión, los astronautas realizarán cuatro paseos espaciales, incluido el del próximo jueves para instalar el AMS.
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