¿Quién dijo yihad sin líder?
En los archivos y ordenadores hallados en el recinto de Abbottabad donde fue abatido Osama bin Laden hay quizá información suficiente como para desmantelar en gran medida Al Qaeda y con ello ocasionar un más que considerable quebranto al terrorismo global en su conjunto. Eso lo veremos en los próximos meses. Entre tanto, lo que ya se sabe basta para refutar la visión del terrorismo global que desde hace años venía predominando entre los expertos académicos y analistas de think tanks especializados, una formulación intelectualmente atractiva que sin el debido fundamento se adoptó también entre no pocos periodistas e incluso llegó a darse por buena y hasta canónica en el seno de determinados servicios europeos de inteligencia. Me refiero a la tesis de acuerdo con la cual Al Qaeda ya no existía, Osama bin Laden no era más que un icono y el actual terrorismo global era una yihad sin líder ni estrategia.
Según esta tesis, Al Qaeda se había transformado en una ideología o diluido en un movimiento, de modo que el terrorismo global era un fenómeno amorfo, sin articulación, configurado horizontalmente mediante redes y privado de instancias centralizadas de dirección. Se concluía, de esta manera, que la amenaza terrorista provenía sobre todo, especialmente en nuestras sociedades occidentales, de células independientes o de individuos aislados sólo inspirados por aquella estructura terrorista. Ahora, la evidencia de que Osama bin Laden instigaba e incluso planificaba o supervisaba muchos de los atentados perpetrados por Al Qaeda o en su nombre a lo largo de la última década, de que verdaderamente ejercía funciones correspondientes a su emir o máximo dirigente, desmiente en su argumento fundamental esa tesis sobre el terrorismo global y obliga incluso a una revisión de los presupuestos de la prevención y lucha contra el mismo.
A lo largo de los últimos años, desde el Área de Terrorismo Internacional del Real Instituto Elcano hemos venido sosteniendo invariablemente que todo apuntaba a que Al Qaeda seguía existiendo como tal y no solo de nombre, aun cuando se encontrara notablemente mermada de recursos materiales y humanos, y que continuaba proporcionando liderazgo y estrategia al heterogéneo, pero en modo alguno amorfo, conjunto de actores inmersos en la actual urdimbre del terrorismo global. Y que, como consecuencia, en el contexto de este fenómeno polimorfo, las entidades articuladas jerárquicamente, ya se trate tanto de la propia Al Qaeda como de sus extensiones territoriales o de los grupos y organizaciones afines a la misma, no solo están tras la inmensa mayoría de los atentados que se contabilizan en todo el mundo sino que, en el escenario europeo, seguirán protagonizando las más serias conspiraciones terroristas
.Fernando Reinares es investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano y actualmente también Public Policy Scholar en la división de estudios internacionales de seguridad del Woodrow Wilson Center, en Washington.
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