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PATÉ DE CAMPAÑA | Elecciones municipales
Columna
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El doctor Trias no ataca

Tras atravesar Barcelona -una ciudad deprimida, soleada, con casals d'avis gentileza de la obra social de las caixes, y pisos desahuciados en venta, gentileza de la obra asocial de las caixes-, llegamos a las quimbambas, donde nos espera el señor Trias bajo una torre de alta tensión. En las canciones de Springsteen, en sitios así solo te reúnes con tu dealer, lo que confirma que hoy asistiremos a un pase de modelos cool y descarado. Muy en la línea del doctor Trias, que nos recibe con las manos en los bolsillos de la americana / postura Trias ante la vida, símbolo gestual de la pachorra de Trias, que, a su vez, es un indicativo de lo que está pasando en el PSC -lo que está pasando: si la Casa Blanca quiere demostrar de una vez por todas que Bin Laden está muerto, debería distribuir una foto de Bin Laden presidiendo la reunión de un think thank del PSC-.

Trias inicia lo suyo. Hilvana un discurso con palabros nuevos en la derecha catalana: regeneración, ecológico, biomasa, La Mina. Como ha quedado visto para sentencia, estas palabras significan poco o nada. Su uso, en todo caso, indica que Trias está seguro con ellas. Y que igual se queda con el trademark. A lo largo del show, Trias vierte cierta y vistosa utilización del sentido común, con el que ningunea, sin estridencias, la gestión de Hereu, un alcalde que no puede convocar a la vez el sentido común y unos JJ OO de invierno. Meditaciones: no aparece el tema de la corrupción -lo de Ciutat Vella, en otra democracia, ya tendría su propia serie de dibujos animados-, una bicoca en todas partes salvo en el Sur de Europa, donde por lo que sea -socorro- la clase política nunca acaba de ver el interés del tema. Tampoco aparece un posible pacto con el PP -la parte más yuyu de todo este proceso chachi de regeneración y uso de biomasa del que habla Trias-, un partido que tan pronto apuesta por el Mou style, como te habla de Movimiento de Liberación Vasco, como te pacta con Trias la regeneración de Barcelona. O la comuna.

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