La Torre de Babel sindical
Las centrales nacionalistas arremeten con dureza contra el Gobierno e introducen a Bildu en el Primero de Mayo - UGT y CC OO exigen "un cambio de política"
La distancia entre las fuerzas sindicales vascas volvió a alcanzar ayer, Primero de Mayo, un plano físico, verbal y político. La puesta en escena, simbólica nada más, dibujó dos manifestaciones que circularon en sentidos opuestos, pese a la coincidencia horaria, en Bilbao. Pese a la convergencia de fondo de las reclamaciones sindicales -exigieron un cambio de política económica y social al Gobierno-, ambos bloques, nacionalistas y no nacionalistas, emplearon un lenguaje muy diferente. Así, mientras ELA, LAB y el resto de sindicatos nacionalistas, que se manifestaron de manera conjunta por primera vez desde 2004, utilizaron una dialéctica más agresiva contra el Ejecutivo y entraron de lleno en el caso de Bildu, UGT y CC OO expresaron de forma más contenida y conciliadora sus reivindicaciones sociales.
Muñoz acusó al Gobierno socialista de "aceptar códigos de extrema derecha"
Sordo y Casado reclamaron un "gran pacto político" en Euskadi
La marcha del polo sindical nacionalista, que incluyó a ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru contó con la presencia, entre otros, del líder de Alternatiba, Oskar Matute, así como de simpatizantes de la izquierda abertzale como Jone Goirizelaia. En su intervención, el secretario general de ELA, Adolfo Txiki Muñoz, señaló que "todas las políticas que se están desarrollando van contra el empleo y la solidaridad" y por ello "no hay que creer" a los Gobiernos "porque mienten". Para ELA, la crisis no es sólo económica, sino también "política y democrática" y denunció de que la "patronal se aprovecha de la coyuntura". Muñoz, que calificó de "irresponsables" y "sinvergüenzas" a los políticos, les acusó de "tomar decisiones al dictado del capital al estar en nómina". En su opinión, "los que mandan tienen intervenida a la clase política aceptando ésta su subordinación al capital, la banca y la empresa".
Sin embargo, Muñoz fue mucho más allá. Así, el líder sindical exigió, secundado por la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, "que todas las opciones políticas estén presenten en las elecciones municipales y forales" y responsabilizó de "lo que pase" al Gobierno del PSOE, "que acepta los códigos de la extrema derecha". Por su parte, Etxaide señaló que "hoy -por ayer- todos estamos mirando a qué decisión que toma el Tribunal Supremo sobre Bildu. Si es decisión en contra de los trabajadores, los sindicatos no vamos a estar callados. Sin democracia no se pueden hacer cambios ni una alternativa", indicó. En el plano estrictamente sindical, la líder de LAB aseguró que lo que está sucediendo no es sino "la consecuencia lógica de hacer las peores políticas que se pueden desarrollar en estos momentos. Si de lo que se trata es de bajar el paro no se hacen reformas para obligarnos a trabajar más por menos dinero, que es la terapia perfecta para destruir empleo".
Mientras tanto, el secretario general de CC OO Euskadi, Unai Sordo, reivindicó un "cambio de políticas" para "hacer frente y poner en la prioridad de la política la lucha por el desempleo, por la actividad económica". "Creemos que gran parte de lo que está pasando tiene que ver con una crisis estructural muy importante pero tiene también que ver con una serie de medidas de ajuste que han priorizado la reducción del déficit público por encima de la creación de empleo", afirmó.
A juicio de Sordo, los trabajadores están "pagando gran parte de las políticas de ajuste", por lo que reclamó "otras políticas", la primera de ellas, el cambio de la reforma laboral. Además, reclamó, en Euskadi, "un gran pacto político" para "modificar las políticas fiscales" y que las Administraciones tengan "más capacidad de recaudación para garantizar las políticas sociales" y desarrollar otras de carácter industrial "de activación del empleo".
Por su parte, el secretario general de UGT Euskadi, Dámaso Casado, lamentó que en los últimos dos años la "tan dura crisis económica" haya reducido el empleo y "acortado derechos". "Debemos intentar que cambie todo lo que están haciendo los políticos en manos del capitalismo y si no, los ciudadanos deberán decir que no están de acuerdo", señaló. Casado lamentó "la subida tan fuerte" del paro experimentada en Euskadi en el último año y la "fuerte economía sumergida" de la que "abusan cada día más" y confió en que la medida adoptada por el Gobierno en su último Consejo de Gobierno para solventar esta situación dé sus frutos.
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