Móstoles regresa al pasado para reivindicar la "libertad" del presente

El tiempo dio ayer una tregua a los mostoleños, tras dos días en los que la lluvia aguó las fiestas de la Independencia del Dos de Mayo. A cambio, los vecinos de la localidad madrileña abarrotaron las calles y acogieron con entusiasmo las escenas costumbristas, que representan el levantamiento contra los franceses en 1808, y el desfile de carrozas.

Los vendedores del tradicional mercado goyesco agradecieron también que luciera el sol ayer y mejorara las ventas que, según aseguraron, "han sido muy flojas este año: por el tiempo pero, sobre todo, por la crisis".

Las celebraciones de la localidad tienen un poco de todo: historia, disfraces, carrozas, trajes regionales, artesanía, fuegos artificiales, bailes populares y hasta casetas al más puro estilo feria de abril. Estas son las claves de las fiestas que rememoran uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la Comunidad de Madrid.

Más de 120 personas participan en la representación del enfrentamiento

David Lucas afea la decisión de su rival, el alcalde popular, de ejercer de pregonero

- Revivir el Dos de Mayo. Móstoles retrocedió ayer 200 años en el tiempo, la plaza de España de la localidad se convirtió en la Francia del siglo XIX y los más de 120 voluntarios de asociaciones históricas y culturales se metieron en la piel de los militares y los Mariscales que en 1808 escucharon las intenciones de Napoleón Bonaparte de invadir la Península Ibérica. Estas fiestas son un "elemento nuclear del pasado más glorioso de Móstoles", señaló el alcalde del municipio, Esteban Parro, quien animó a los ciudadanos a "olvidar por unos días los malos momentos personales para imbuirse en unas fiestas que convierten la ciudad en epicentro de la historia nacional".

- Mercado Goyesco. El mercado artesanal es uno de los mayores atractivos de las fiestas. Cerca de un centenar de puestos venden dulces típicos, artículos en cuero hechos a mano, joyas artesanales, utensilios de cerámica y madera o todo tipo de infusiones y especias. Vito Sebek es un joven checo que moldea el hierro a base de cincel y martillo. "Estudié cuatro años en la escuela de arte para herreros. Ahora recorro España y hago pulseras, cuchillos o llaveros de hierro. Con paciencia y junto a algunos amigos también hago armaduras", explica. Como Sebex casi todos los vendedores hacen una vida nómada de fiesta en fiesta por toda España. En Móstoles, los quesos, los embutidos y los dulces son los productos estrella del mercado que atrae también a mucha gente de las localidades vecinas. Verónica y Luis son de Alcorcón pero se acercaron a Móstoles atraidos por el mercado "para dar una vuelta y echar un vistazo". La mayoría de los vecinos destacan que los puestos "dan vidilla a las fiestas y hacen que haya más ambiente en la calle".

- Polémico pregón. La disputa política ante las elecciones del próximo 22 de mayo ha dejado su poso en las fiestas. El candidato socialista al Consistorio de Móstoles, David Lucas, reprobó que este año el pregón lo diera el alcalde, Esteban Parro. "En mis muchos años de experiencia municipal es la primera vez que veo a un alcalde dar el pregón de las fiestas de su pueblo", criticó Lucas. El presidente de la Federación de Peñas, Adolfo Ruiz, salió ayer en defensa de Parro y pidió que, ante todo, "no se haga política con las fiestas".

- Fin de fiestas. Las celebraciones se acercan hoy a su recta final con el gran desfile goyesco y con la escena en que civiles y militares combaten para defender la independencia española frente a las tropas francesas. Por la noche Móstoles brindará homenaje a Andres Torrejón y Simón Hernández, los alcaldes que se sublevaron contra la invasión. El concejal de Participación Ciudadana, David Sánchez, valora el bando rebelde de los regidores: "Hoy sigue vigente, representando un ejemplo de independencia y libertad".