Mecánica celeste

Narrativa. La última novela del premio Strega, Maurizio Maggiani (Castelnouvo Magra, 1951), está escrita con extraña soltura y la voluntad de narrar una constelación de vidas ligadas a la Garfagnana, región de valles y montes donde sucedieron hechos violentos durante la ocupación nazi. El hilo conductor es la familia de Nita, la mujer del narrador, que queda encinta al inicio de la novela. Su madre, Duse, le ha contado muchas historias de la gente que vivía en el tiempo de entreguerras y se ha remontado al inicio del siglo. Una de ellas es la de la familia de los Giannoni, sobre todo de Bresci, el llamado "hombre desnudo", que siempre va ligero de ropa porque pasó tanto frío en el campo de Sachsenhausen que ahora cualquier ambiente le resulta cálido. Otra es el mundo familiar de los partisanos, su desesperación y heroísmo, con personajes como la pastora Marta y el padre Gigliante, cura echado al monte. Junto con Santarellina, los Ghetti y un piloto inglés se crea un tejido de memorables personajes que pueblan unas páginas surcadas por la belleza descriptiva y el talento emocional de Maggiani. Hasta aparece Orson Welles, que quería hacer una película con Chico, el joven brasileño que llegó para luchar en Italia. A la postre, lo mejor del libro, al que se puede achacar cierta falta de tensión narrativa, es la naturaleza imbricada en la historia épica, una suerte de Ilíada moderna, que interroga sobre el presente desde muy lejos. Y como siempre en los novelistas de raza, destaca el cuidado de los detalles. Con veraces pinceladas Maggiani presenta a los "tecchiaiolo", los acróbatas de las vetas de mármol, que trepaban comiendo polvo para desgajar las lajas del mineral. Su orgullo, su desprecio por el peligro y la muerte que espera tras un resbalón conforman el tono de esta novela del autor italiano.