Política energética

Quiero expresar mi total acuerdo con el contenido del artículo de Jesús Mota, publicado en la edición del 7 de abril. Solo quisiera hacer una pequeña puntualización: la primera Administración de Energía del Gobierno de Zapatero, siendo consciente de todas las contradicciones del rastrillo eléctrico, promovió el Real Decreto Ley 3/2006, que fue convalidado unánimemente en las Cortes, que pretendía corregir esas perversiones fijando un precio a las transacciones realizadas por los generadores y los distribuidores de la misma empresa para la electricidad que vendían a tarifa.

Ese precio, al ser más parecido a los costes reales de producción, acababa con los artificiales déficits provocados por los precios del rastrillo. Sin embargo, la Administración energética siguiente no usó esa potente herramienta dada por el legislador y fijó el precio en el del rastrillo. ¡Para ese viaje no hacían falta esas alforjas! No todas las Administraciones energéticas de los Gobiernos del PSOE han sido iguales.