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Incendio en el 'hotel de la muerte' de la Barceloneta

Once indigentes, afectados al arder parte del edificio, que lleva 10 años abandonado y fue escenario de un crimen

Rebeca Carranco

La joven corre a la puerta del edificio de cinco plantas del número 39 de la calle de Sant Carles, en la Barceloneta. "Aquí, aquí he escrito yo mil veces lo que es: el hotel de la muerte", señala. Pepa Picas, de 66 años, vecina del barrio, confirma que ese es el nombre por el que se conoce el bloque donde ayer un incendio afectó a 11 personas de entre 26 y 53 años, todos indigentes que ocupaban el inmueble. Uno de ellos, de 29 años, sigue ingresado en el hospital de Vall d'Hebron, con quemaduras en el 20% del cuerpo.

Los vecinos lo llaman el hotel de la muerte porque en diciembre de 2008 un hombre apareció muerto a golpes en el interior del edificio. Días después, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo en Castellón a dos indigentes acusados del crimen, que habían huido. Además, vecinos como Carme Torres, de 59 años, aseguran que otras dos personas han fallecido dentro por sobredosis.

Las primeras investigaciones apuntan que el fuego fue provocado

Las muertes, junto a la inseguridad, los robos, la suciedad, el tráfico de drogas, las peleas, y los ruidos, han hastiado a los vecinos, que exigen que el Ayuntamiento eche abajo el edificio o lo compre y construya viviendas sociales. El bloque lleva 10 años abandonado. El propietario ha intentando rehabilitarlo, pero el edificio estaba hasta ahora afectado por la Ley de Costas, aunque eso está a punto de solucionarse.

Los Mossos d'Esquadra investigan las causas del último episodio que ha sublevado al barrio: el fuego, que se inició a las cinco de la madrugada y tardó 40 minutos en ser extinguidos por los Bomberos. La investigación apunta la posibilidad de que fuera provocado intencionadamente. La misma explicación da El Rubio, uno de los que viven ilegalmente en el edificio, al que se entra cómodamente por la puerta. Acusa a Rómulo, otro ocupante de la casa, de origen rumano, de rociar parte del bloque con gasolina después de que le impidiesen entrar con dos bicicletas robadas del Bicing.

"¡Pero si yo estaba en la Villa Olímpica!", se excusa Rómulo ante una vecina que le pregunta. El hombre, en la treintena, dice después que estaba durmiendo en el edificio. Una amiga añade más confusión a su versión cuando defiende que han pasado la noche juntos en la playa. Rómulo atribuye el incendio a un cortocircuito, hipótesis no confirmada por nadie.

El edificio de la Barceloneta, además de indigentes, alberga a pequeños delincuentes que actúan en la playa. "Incluso nos da miedo pasar por delante", se queja Francesc Xavier Berga, de 46 años. Su vecina, Margarita Pujol, de 72, dice que lleva "nueve años sin poder vivir". "En cualquier momento pasaremos por al lado y se nos caerá el edificio encima", se suma Carmen P., de 49 años.

Todos miran al Ayuntamiento, que alega que el edificio tiene un propietario y él es el responsable de mantenerlo en condiciones. "Hemos hecho 11 requerimientos de conservación, limpieza y precinto del edificio", asegura una portavoz municipal, que añade que el dueño lo ha tapiado. En al menos una ocasión, el propietario presentó una denuncia por ocupación de la vivienda, según confirman los Mossos d'Esquadra. Este periódico trató ayer, sin éxito, de hablar con él. Daniel Aguilar, que asegura ser el administrador de otros inmuebles del mismo dueño, dice que el hombre está "desesperado" por lo que considera un "problema burocrático". Y pide que el "Ayuntamiento mueva ficha" y le permita rehabilitar el bloque. Los vecinos hace tiempo que pelean para encontrar la solución. En julio de 2009 presentaron 280 firmas a la síndica de greuges de Barcelona, M. Assumpció Vila. La defensora concluyó que el Auntamiento "no actuó con diligencia" y anunció ayer otra investigación.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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