La cumbre del PNV aborda medidas contra el paro, pero no las difunde
Urkullu considera "extremadamente grave" la situación del empleo
El PNV movilizó ayer a su ejecutiva nacional y a sus principales representantes institucionales y políticos, vista la "inacción" que achaca al Gobierno, para concretar en una cumbre extraordinaria "medidas urgentes enfocadas a la generación de empleo". La cita, de carácter extraordinario y celebrado en Sabin Etxea, se fraguó la pasada semana, nada más conocerse el aumento del paro de más de un 4% que Euskadi registró en marzo. El partido, sin embargo, no llegó a hacer pública ninguna propuesta concreta, pese a que su presidente, Iñigo Urkullu, sostuvo que la economía vasca ha tocado ya "fondo" y que la situación, sobre todo del empleo, resulta "extremadamente grave".
Urkullu aclaró que las propuestas concretas que se debatieron se darán a conocer "en los próximos días", probablemente esta misma semana. Primero se presentarán públicamente a los ciudadanos y después se trasladarán al lehendakari, Patxi López, con idea de que las pueda incorporar a su gestión.
Urkullu precisa que sus propuestas se harán públicas "en los próximos días"
El PNV quiso escenificar con la cita, en primer lugar, su condición de partido responsable, dispuesto a "arrimar el hombro" para hacer frente a la crisis, disposición que ya evidenció con el pacto de estabilidad presupuestaria alcanzado en 2009 con los socialistas para garantizar la gobernabilidad de las instituciones. Más allá, la formación, a poco más de un mes de las elecciones, intentó reivindicarse como eje de la política vasca y defender su autoproclamada capacidad de liderazgo pese a estar en la oposición. Hace un año ya se celebró en Sabin Etxea una cita similar con los diputados generales.
La economía se presenta como uno de los pilares sobre los que el PNV pretende hacer girar la precampaña, consciente del desgaste que puede causar a los socialistas ante la cita del 22-M. Urkullu incidió en este aspecto al mostrar su "preocupación extrema" por la situación del paro y la "actitud de no coordinación interinstitucional" del Gobierno con las Diputaciones y la asociación municipal Eudel, gobernadas por su partido.
El dirigente nacionalista reconoció que el escenario macroeconómico da a entender que se "ha tocado fondo" en la crisis, pero criticó que el Ejecutivo no haya impulsado aún "medidas concretas" para salir de la misma. Recordó que hace dos meses ya que su formación reclamó al Gobierno un plan institucional para generar empleo sobre el que aún no ha recibido "respuesta alguna".
La cita, en la que tomaron parte los miembros de la ejecutiva nacional, los tres diputados generales, el presidente de Eudel y otros responsables del partido, comenzó a las diez de la mañana y se prolongó hasta últimas horas de la tarde. En la misma se repasaron los datos del paro, el recorte a la baja de las previsiones económicas para este año y la actuación al respecto de las distintas instituciones. Tras extraer las correspondientes conclusiones, los asistentes se centraron en el estudio de propuestas concretas.
Urkullu dejó claro que, pese a las críticas, no es momento de "trifulcas" ni hay pretensión en el PNV de "intentar imputar a nadie nada". Al contrario, apeló a la responsabilidad y situó a su partido como ejemplo de la misma. "Lo que nos preocupa es cómo damos con alguna clave para la generación de empleo", justificó.
No lo entendió así el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, quien calificó la reunión de la cúpula peneuvista como un "teatrillo electoral". Durante una comparecencia en Bilbao, el dirigente socialista criticó la "desfachatez" de una reunión celebrada, en su opinión "de cara a la galería" y con el único objetivo de "menospreciar y denigrar" al Gobierno. "Más les valdría aclarar los casos de corrupción que les afectan", concluyó.
La cifra de desempleados
El PNV escenificó con su cumbre extraordinaria de ayer la preocupación que ya manifestó la pasada semana tras conocerse el día 4 el aumento de 6.095 demandantes de empleo que registró Euskadi en marzo. Un incremento del 4,19% que situó la cifra global de parados en Euskadi por encima de los 151.000. Álava fue el territorio con peores registros.
La formación nacionalista utilizó como ariete contra el Gobierno vasco un aumento, el mayor de toda España, que el Ejecutivo había previsto la semana anterior tras descubrir en un cruce de datos una bolsa de 7.500 parados ocultos. En concreto, los que estaban inscritos solo en el antiguo servicio vasco de colocación, Langai, y no figuraban en las listas del Inem.
Tanto el Gobierno como la patronal Confebask destacaron que, sin ese efecto estadístico, la cifra real de parados no solo no hubiese aumentado, sino que hubiera descendido en 1.405 personas. Aun así, nada más conocer aquellos datos, el PNV convocó la reunión de sus máximos representantes celebrada ayer en Sabin Etxea. Y acusó al Ejecutivo de "maquillar" los datos del desempleo por medio de meros "ajustes contables".
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