Spinoza, zombis y capitalismo, materia de reflexión

Dos reflexiones sobre el mundo posmoderno y los conflictos que generan en el ser humano fenómenos como el capitalismo global y los cambios tecnológicos han resultado ganador y finalista de la 39ª edición del premio Anagrama de ensayo. Un parecido interés por el mundo pero dos maneras muy distintas de abordarlo. El ganador, el filósofo Vicente Serrano (Valladolid, 1959), parte de un filósofo del siglo XVII, Baruch Spinoza, para reflexionar sobre la felicidad en el mundo posmoderno. El finalista, el poeta Jorge Fernández (Madrid, 1982), toma como excusa los zombis para repensar la sociedad tecnificada en la que estamos inmersos.

La herida de Spinoza. Felicidad y política en la vida posmoderna surgió de la lectura de un reciente libro del neurólogo Antonio Damasio (En busca de Spinoza) en el que este acababa cuestionando que el filósofo holandés aceptara tan tranquilamente la muerte. "Spinoza fue quien me hizo amar la filosofía y me sorprendió que Damasio, cuyo ensayo por otra parte es muy apasionante, no entendiera esta aceptación", comenta Serrano, que ha planteado el estudio de una forma directa y nada académica, aunque erudita, en la que tienen cabida tanto la discusión inicial con Damasio como la reflexión posmoderna de Foucault y su concepto de la biopolítica o, incluso, un colofón en el que la película Leaving Las Vegas le sirve para reflejar esta lucha del hombre actual entre la sociedad posmoderna y su ansia de amor. "Los afectos son, en cierta manera, la clave", señala Serrano. "Spinoza los considera el límite de esta voluntad de poder que está en el sustrato de nuestra cultura, para él la única manera de conseguir la felicidad es a través de la vida afectiva y de su encaje en la naturaleza".

"La única manera de conseguir la felicidad es a través de los afectos"

Para el filósofo, profesor en la Universidad Austral de Chile y autor de los ensayos Nihilismo y modernidad y Soñando monstruos, tiene sentido en estos momentos reinvidicar a Spinoza porque "es un señor que quiso pensar cómo vivir mejor" y eso, indica, lo hizo "a través de esta aceptación de los límites que produce alegría".

Filosofía zombi, en cambio, es un ensayo que parece en cierta manera más complejo. A partir de la filmografía de George Romero (director de, entre otras, la mítica La noche de los muertes vivientes, de 1968) y de otros productos similares más nuevos (como la reciente serie televisiva The walking dead), este joven poeta y ensayista utiliza el zombi como metáfora o excusa para reflexionar sobre diferentes maneras de entender la complejidad de la sociedad posmoderna y, especialmente sus mecanismos de control a través de unas tecnologías que nos vigilan y también nos distancian de lo real.

"No me interesa el zombi en el sentido antropológico ni vudú, no tiene un solo significado en este ensayo", señala Fernández. "De alguna manera relaciono este capitalismo tardío con la horda zombie, con una manera de desplegarse a modo de plaga. Podría decirse que el zombie representa al otro y, también, lo que escondemos en nuestro interior".

Tanto el premio Anagrama de ensayo, concedido por mayoría y dotado con 8.000 euros, como el finalista se publicarán en mayo de este año.