El cantante Michel Martelly será presidente de Haití
El artista anuncia una "nueva era" tras confirmarse su victoria electoral
Había discursos políticos, por supuesto. Pero durante los actos de campaña del cantante Michel Martelly, nada hacía rugir tanto a la multitud de haitianos como el momento en que el candidato a la presidencia movía las caderas sobre el escenario. "Oh, Michel / auxilio, Michel / solo a ti te buscamos", cantaban y bailaban sus seguidores.
Este lunes, el Consejo Electoral de Haití tradujo ese fervor en votos: de acuerdo con sus cálculos preliminares, Martelly ganó la segunda vuelta electoral del 20 de marzo con el 67,57% de los sufragios. En mayo jurará como nuevo presidente para conducir la reconstrucción del país, devastado en 2010 por el terremoto de enero, los huracanes de agosto y por la epidemia de cólera que estalló en octubre.
"Me habéis dado vuestra confianza a mí, al niño malo. Me habéis confiado el país para llevarlo a buen puerto y dejar de lado los viejos demonios y disputas de la política haitiana. Quiero trabajar con todos", declaró ayer el cantante, que anunció "una nueva era".
Martelly -50 años, casado por segunda vez, con cuatro hijos- es popular desde los años ochenta, cuando lanzó su primer disco como cantante de kompa, ese ritmo que navega entre la soka, el merengue y el reggae y que anima por igual las campañas políticas y los carnavales haitianos. Antes, Martelly había trabajado como teclista en bares de Puerto Príncipe, como obrero de la construcción y como dependiente de un supermercado en EE UU. En aquella época, en la que tenía pelo, era conocido como Sweet Mickey; ahora que no lo tiene le llaman, a él y a su movimiento, Tet kale (cabeza rapada).
Casi todo lo que sabe Martelly lo aprendió solo. Comenzó estudios de Ingeniería y los abandonó por el trabajo y la música. Es lo que le critican sus oponentes: su falta de formación, su poca experiencia y algunos excesos sobre el escenario, como aquel día que en pleno concierto se bajó los pantalones. Pero es lo que admiran sus seguidores: su capacidad de superación, que no es un político de la vieja escuela y que ha prometido un gobierno honesto. "Ningún presidente ha hecho nunca nada por Haití, pero Martelly sí puede ayudar a la gente", dice Geneus Nicolas, uno de los 716.986 haitianos que le ha votado.
No solo los más pobres han confiado en Martelly. Su campaña ha sido un despliegue de propaganda y conciertos multitudinarios. El rapero Wyclef Jean, a quien las autoridades impidieron en su día presentarse a las elecciones, ha sido uno de los más fervientes seguidores. En diciembre, Martelly estuvo a punto de quedar fuera de los comicios cuando el Consejo Electoral declaró ganadores de la primera vuelta a la profesora Mirlande Manigat y el candidato oficialista Jude Celestin, yerno del presidente René Préval. Las violentas protestas en Puerto Príncipe provocaron la intervención de la Organización de Estados Americanos, que denunció fraude y señaló que Martelly había obtenido el segundo lugar. Su popularidad se disparó. En mayo, será presidente.
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