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EXTRACTO DEL DISCURSO DE JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO | Los socialistas afrontan un nuevo liderazgo

"Hemos podido cometer errores pero nos estamos dejando la piel contra la crisis"

"(...) Estamos comprometidos con un intenso proceso de modernización de la economía española, el que se requiere para superar la crisis a la que nos hemos tenido que enfrentar. Una crisis que ha producido también incertidumbre en ciudadanos que se identifican con nosotros, que nos apoyan, sobre el sentido de nuestra acción de gobierno y, sin embargo, no lo olvidemos ni por un momento, con cada medida económica que aplicamos, con cada iniciativa que impulsamos, con todo lo que hacemos, no pretendemos sino crear las condiciones que favorezcan la recuperación del empleo en nuestro país al tiempo que preservamos nuestra cohesión social.

Cuando concluya esta crisis, y sólo concluirá cuando se cree empleo de forma estable, se podrá decir que logramos sentar los fundamentos de un modelo productivo renovado, más competitivo e innovador, más sostenible, para garantizar nuestro bienestar. Y que mientras lo hacíamos, no dejamos de velar por la máxima cohesión social ante la amenaza de una crisis tan dura como la que hemos sufrido.

"Hoy puedo abordar con tranquilidad la expectativa sobre mi candidatura"
"Con estos plazos, el candidato dispone de tiempo para forjar su proyecto"
"Voy a ejercer mis responsabilidades hasta el final de la legislatura"
"Recordad a la gente: el PP intenta que la crisis acabe con el Gobierno"

Lejos de amilanarnos, hemos seguido con las reformas, buscando trabajosamente los apoyos parlamentarios para sacarlos adelante, y hemos logrado recuperar el diálogo social, es verdad que no solo a nuestro esfuerzo, sino también gracias a la actitud responsable y constructiva de los sindicatos y de la nueva representación de los empresarios.

Hemos hecho los ajustes imprescindibles, con el máximo sentido de la equidad y dejando a salvo las grandes políticas sociales y casi todos los avances de nuestra primera Legislatura. Lo hemos logrado a pesar del extraordinario esfuerzo de austeridad que estamos llevando a cabo.

Ajustes, los imprescindibles, y reformas todas las necesarias para que nuestra economía sea más competitiva. Porque solo así estaremos en condiciones de seguir reforzando nuestro Estado del bienestar, que es la gran aspiración de nuestro proyecto político.

Hemos podido cometer errores. Pero hemos dado la cara en todo momento -no recuerdo ya cuántas veces he comparecido en el Parlamento, como dice nuestro portavoz, José Antonio Alonso-, nos estamos dejando la piel en la batalla diaria contra la crisis, estamos en el camino adecuado.

Es una tarea ambiciosa. Un programa realista, porque sé que seremos capaces de llevarlo a cabo. Sé que el Gobierno podrá hacerlo y sé que contaré con vuestro apoyo. Lo haré, eso sí, actuando con la autonomía con que debo actuar como presidente del Gobierno.

Porque sé que seguiré contando con esta autonomía y con vuestra confianza para ejercerla, creo que hoy puedo abordar con tranquilidad y con normalidad la expectativa abierta sobre mi posición en relación con la candidatura a las elecciones generales. Y lo voy a hacer donde siempre pensé que debía. Ante vosotros. Ante el órgano de nuestro partido soberano entre congresos.

Cuando fui elegido presidente del Gobierno en 2004 pensaba que dos legislaturas era el periodo razonable al que podía aspirar para estar al frente de los destinos del país. Dos legislaturas. Ocho años. No más. Pensaba que era lo más conveniente, no ya para nuestra formación política, a la que me unen unos vínculos emocionales que no hace falta que os recuerde hoy aquí, sino también para el país, que desde mi propia visión de liderazgo democrático le conviene dos periodos al frente de los destinos de España. Permitidme que añada que también pensaba que sería lo más conveniente para mi familia.

Lo que es una convicción se convirtió en una determinación personal, en una decisión firme y esta es la decisión que hoy os traslado y hago pública: no voy a ser candidato en las próximas elecciones generales.

Gracias por vuestro respeto y por vuestro afecto. Ahora quiero explicaros por qué he decidido hacer público en este momento mi voluntad. Para determinar el momento del anuncio no hay, como bien sabemos en nuestra historia democrática, precedentes indiscutibles o simplemente consolidados. Solo cuento para esta tarea con la guía de la responsabilidad personal con el país. Con mi país y con mi partido.

Queda un año para las elecciones generales. Un plazo que me ha parecido razonable para hacer pública mi decisión, para clarificarla formalmente ante el partido y la propia sociedad española. Es un plazo que nos permite, que nos debería permitir, asumir con naturalidad y con responsabilidad, ahora ya colectiva como organización, la puesta en marcha más conveniente en cuanto al tiempo de los procedimientos que fijan los estatutos de nuestro partido para elegir a la persona que encabece nuestras listas en marzo de 2012. Y para que ella pueda, a su vez, después de ser elegida, disponer de tiempo suficiente para forjar un proyecto político para el nuevo periodo y también para explicárselo a los ciudadanos.

El mecanismo del dedazo simplifica mucho las cosas, pero no es el nuestro ni el de la mayoría de la sociedad española, que no entiende, con razón, que los liderazgos democráticos puedan gestarse a través de otros procedimientos. Y nadie podía esperar de mí una actitud distinta. Por otra parte, nunca estuvo en mi ánimo apurar hasta el final, ni prolongar innecesariamente la especulación sobre mi candidatura. Lo he vuelto a meditar durante las últimas semanas. He escuchado unos u otros argumentos sobre la oportunidad de hacerlo antes o después. Seguro que no es fácil acertar, que es una cuestión opinable y habrá opiniones para todos los gustos.

Finalmente, he creído que lo mejor era hacerlo ahora, también para poner fin a lo que se percibía como una incertidumbre que nos podía acabar distrayendo de nuestra tarea principal que es desarrollar las reformas, consolidar la recuperación económica y abrir el tiempo de la creación de empleo y, por supuesto, el reto electoral que tenemos ante el 22 de mayo.

Ahora vamos a seguir respetando los tiempos y los procedimientos y os pido a todos que lo hagamos. Queda un año de legislatura. Por delante, unas elecciones autonómicas y locales y una intensa actividad de gobierno en un periodo trascendente para nuestro país.

Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.

Podemos sentirnos, pues, satisfechos y hasta orgullosos de que nuestros procedimientos sean los que son, democráticos. Orgullosos, pero, a la vez, plenamente consecuentes con lo que implican. Y lo que implican es: pleno respeto y actitud leal con los tiempos; pleno respeto y actitud leal con el hecho mismo de la concurrencia de una diversidad de candidaturas, si se produce, y pleno respeto y actitud leal, por supuesto, con los resultados. Y pleno respeto y actitud leal por parte del ganador, lo cual tiene una traducción muy clara, a mi juicio, y en su momento traté de ser consecuente con ella: voluntad integradora. Voluntad integradora para sumar, para valerse de todos como mejor forma de servir a nuestro partido y a los ideales que defendemos.

Si actuamos así, y yo me siento responsable como vuestro secretario general de que así sea, sacaremos fuerzas de la democracia para ser más fuertes que nadie en democracia.

También estoy seguro de que nuestras posibilidades de revalidar la confianza mayoritaria de los ciudadanos para este nuevo periodo dependerán, en buena medida, de que ahora sigamos centrándonos en el trabajo que estamos haciendo por nuestro país. Desde el Gobierno de España, en primer lugar, pero también desde las comunidades autónomas y Ayuntamientos que gobernamos y desde lo que podamos hacer después de las próximas elecciones.

Quiero expresarme sobre este punto con la misma claridad que he tratado de hacerlo hasta ahora. Voy a ejercer mi responsabilidad como Presidente del Gobierno hasta el final de la legislatura, hasta el último día y lo voy a hacer como hasta ahora: cumpliendo con los compromisos que asumí en el Parlamento ante los representantes de todos los ciudadanos.

Ahora el partido se va a volcar, se debe volcar en las elecciones autonómicas y municipales. En ambas está en juego el día a día de nuestro Estado social, el rigor en la gestión de las cuentas públicas, la sensibilidad de los servicios públicos y sus destinatarios y, además, la búsqueda de la cooperación entre Administraciones para alcanzar la prestación más eficiente posible de esos servicios. Si os fijáis, esto es tanto como describir las cualidades políticas de los socialistas.

Son elecciones, pues, en las que debemos ir de cara al encuentro de los ciudadanos y a debatir con nuestros adversarios. Me alegro de que hayáis hecho esta oferta de debates de todos nuestros candidatos.

Estas son elecciones autonómicas y municipales y sería absurdo tratar de pervertir su significado, porque los ciudadanos saber perfectamente lo que votan el 22 de mayo. Pero sí quiero pediros que recordéis siempre a los ciudadanos que, ante la crisis, ha habido dos actitudes bien diferenciadas en nuestro país. El PP tomó una opción: apostar todo a que la crisis acabaría derrotando al Gobierno.

He sido líder de la oposición durante cuatro años y siempre traté de evitar que las opciones políticas de mi partido dependieran de que a mi país le fueran mal las cosas para que así le fuera mal al Gobierno y por este solo hecho se incrementaran nuestras posibilidades electorales.

Quiero, por todo ello, pediros que en los debates que mantengáis, si se suscitan cuestiones de política general, aprovechéis la oportunidad para explicar lo que hacemos desde el Gobierno de España, el sentido de nuestras medidas, el significado de las reformas, nuestra preocupación por la cohesión social, la distinta actitud ante la crisis de unos y de otros. Que lo hagáis mostrando con humildad nuestra preocupación porque lleguen cuanto antes el empleo, los resultados del esfuerzo que estamos haciendo, pero también con la defensa de cómo estamos librando la batalla los socialistas ante una crisis tan dura y compleja como la que aún sufrimos.

Compañeras y compañeros, a trabajar; el Gobierno a gobernar; los candidatos a defender su programa, el partido a apoyar a los candidatos y las reformas. Vamos a demostrar, una vez más, quiénes somos y cómo somos. Somos un proyecto profundamente enraizado en la sociedad española, en los trabajadores, en los que no tienen de todo, en las mujeres y los hombres que aspiran a la igualdad.

Somos una formación política histórica y cargada de futuro. Una formación democrática que ama la libertad interna y el coraje. Una formación en la que nos reconocemos porque nos llamamos compañeros".

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