Las cifras de Interior

Dice Alfredo Pérez Rubalcaba, el ministro de Interior, que gracias a la labor preventiva de los fuerzas de seguridad del Estado, en 2010 hemos tenido la tasa de criminalidad más baja de la última década (45,1 infracciones por cada 1.000 habitantes), siete puntos menos que en 2002, y una de las más bajas de la UE. Sin embargo, tuvimos una tasa de encarcelamiento de las más altas: 162 presos por cada 100.000 habitantes, 42 más que el año 2002.

Las preguntas son: ¿Hasta qué punto hemos endurecido el Código Penal? ¿Existen en España penas alternativas a la privación de libertad? ¿La política penitenciaria está cumpliendo el mandato constitucional de reeducación y reinserción social? ¿Qué sabemos de las víctimas? ¿Alguien se ocupa de paliar el daño sufrido? ¿Cuál es la cifra negra de criminalidad?

El vicepresidente primero de un Gobierno socialista debería responder a estas preguntas, o al menos planteárselas a su Administración para que las respondiera.

Me temo que, después de siete años, estas sean tareas sin hacer.