15 años de prisión para Pitoño

La máxima pena. Eso es lo que ha impuesto la magistrada María Riera a Antonio Sánchez Serrano, Pitoño, el autor material de la muerte de Álvaro Ussía la madrugada del 15 de noviembre de 2008 frente a la discoteca Balcón de Rosales. La juez le considera autor de "una agresión brutal y despiadada", por lo que le condena a 15 años de prisión. Sus dos cómplices, los porteros David Alonso de Aubarede y David Sancio, tendrán que pasar cinco años en la cárcel, según la sentencia del caso hecha pública ayer.

La juez ha seguido al detalle la petición de la fiscal, que solicitaba esas penas. Como es obligatorio, se ha basado en el veredicto del jurado que ya declaró culpables a los tres acusados la semana pasada. La sentencia, contra la que cabe recurso en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, se basa paso a paso en el veredicto. Considera demostrado que Pitoño derribó a Ussía con una zancadilla o un barrido. Después se tiró de rodillas sobre el pecho de la víctima, lo que le provocó una rotura traumática del corazón por aplastamiento. Mientras, los otros dos porteros impidieron que los amigos de Álvaro y otras personas le ayudaran. "Favorecieron de este modo que Ussía perdiera la vida", recoge la sentencia.

La sentencia recoge que Pitoño actuó "de forma consciente". "Pudo apreciar el peligro de su acción y de su potencialidad letal y ello no le hizo desistir de la misma, asumiendo así el resultado de la misma", añade el fallo. Le aplica el llamado dolo eventual que reconoce que el responsable de la acción delictiva fue consciente de las probables y graves consecuencias que iba a tener su acción, pese a lo cual no desistió y la llevó a cabo. El texto también aprecia la agravante de abuso de superioridad, ya que fueron tres los porteros a la vez los que atacaron a Ussía y, entre ellos, el autor material de la muerte tenía una corpulencia física mayor que la víctima. A todo ello se unió la disminución de los reflejos del agredido a causa del alcohol que había consumido (1,62 gramos de alcohol por litro de sangre).

La juez considera que debe imponer a Pitoño la pena en su límite superior. "Se describe una agresión brutal y despiadada con consecuencias fatales contra una víctima en situación de inferioridad física, un joven embriagado y tumbado en el suelo y cuyo autor ha demostrado un total desprecio hacia la vida de otra persona", recoge la sentencia de Riera.

La magistrada aplica la opción opuesta a los otros dos porteros: "Se estima adecuado imponerles la pena en su límite inferior de cinco años de prisión. No se aprecia ningún motivo que justifique una pena superior". Les prohíbe trabajar durante ese tiempo como vigilantes de seguridad. Los tres culpables están condenados a pagar las costas del juicio.