Rescatado el cadáver de uno de los tres desaparecidos tras naufragar en Zierbena

El Salvamar Monte Gorbea, una de las embarcaciones de Salvamento Marítimo que participan en la búsqueda de los tres varones desaparecidos en la noche del jueves tras salir a pescar en Zierbena, localizó y rescató ayer el cadáver de uno de ellos. El cuerpo de José Luis López García, un policía municipal de Bilbao, de 52 años, fue hallado en torno a las tres menos cuarto de la tarde flotando a unas seis millas de Bermeo.

López García salió el jueves a pescar verdeles con otros tres adultos y un niño de 11 años en una lancha de de 6,7 metros de eslora. El menor, Arkaitz, y uno de los adultos, Jose María Bilbao, de 52 años, lograron salvarse tras pasar 12 horas aferrados a la quilla del Zirri tras volcar la embarcación a unas nueve millas de la costa de Castro Urdiales. El niño fue dado de alta ayer en el Hospital de Cruces de la hipotermia severa que sufrió. El adulto superviviente ya recibió el alta hospitalaria el pasado sábado. Los otros dos ocupantes de la embarcación permanecen desaparecidos.

El menor que viajaba en la lancha y logró salvarse sale del hospital

El cuerpo del agente, que aún llevaba su documentación encima, fue rescatado y trasladado al puerto de Bermeo, donde se procedió al levantamiento judicial del cadáver.

La simulación informática realizada por Salvamento Marítimo el domingo concluyó que el triángulo que forman el cabo Matxitxako, entre Bakio y Bermeo; el Abra y Oriñón era la zona donde más probabilidad había de encontrar los cuerpos de los desaparecidos. El dispositivo se había ampliado ya hasta la localidad cántabra de Santoña.

Fuentes de Salvamento Marítimo precisaron ayer a EL PAÍS que la noche del domingo sopló viento del oeste, lo que reforzó la idea de que los cadáveres podrían haber ido flotando hacia el este. Hoy se mantendrán los medios desplegados durante los cuatro primeros días de rastreo, que, como ya hicieran ayer, trabajarán en sendos turnos de seis horas.

El operativo de rastreo puesto en marcha el pasado viernes, después de que la esposa de uno de los pescadores diese la alarma en la noche del jueves, al ver que no regresaban a casa, suma tres lanchas de la Cruz Roja, dos patrulleras de la Guardia Civil y de la Ertzaintza y el barco María de Maeztu, junto a otras tres embarcaciones de Salvamento Marítimo.

Por vía aérea se turnan a lo largo de la jornada helicópteros de la policía vasca, Salvamento Marítimo y del Gobierno de Cantabria. El dispositivo permaneció en marcha ayer hasta que empezó a oscurecer. Hoy se reanudará la búsqueda a primera hora de la mañana para tratar de localizar a los otros dos desaparecidos en el naufragio, uno de ellos el padre de Arkaitz.

El Zirri carecía de radio y tenía autorización para transportar a seis personas, una más de las que llevaba cuando zarpó el jueves del puerto de Zierbena. Familiares de los tripulantes relataron el pasado sábado que el suceso fue "un desgraciado accidente" causado por una pequeña ola, que logró volcar la lancha aprovechando el contrapeso de la pesca que habían capturado, y arrojó al agua a las cinco personas.

En la tarde del jueves soplaba en la zona viento de componente sur, con rachas fuertes, que provocaban olas de hasta 1,5 metros de altura cada cuatro segundos, según informó en su momento el Gobierno vasco. El agua se hallaba entonces a 10 grados.

Cuando salieron del puerto, los cinco tripulantes se dirigieron a una zona en los límites del puerto vizcaíno conocida como El Cajón, en la que resulta abundante la pesca porque en el fondo se empezó a construir un dique que después se abandonó, según explicaron pescadores de la zona.

Hacia las ocho de la tarde, según relató Jose Mari Bilbao a los servicios de salvamento, se produjo el vuelco. Al caer la noche, la esposa de uno de los hombres del grupo llamó al teléfono de emergencias 112. No sabía nada de su marido. A partir de entonces fue activado el dispositivo de rastreo de los desaparecidos.