La Iglesia se asocia con un productor de formatos de tarot
Canal 13 TV tiene como accionista a la Cope y al grupo Canal Català
La Iglesia ha entrado de lleno en el sector audiovisual. Frente a las carencias de cobertura que le proporcionaba Popular TV -una red de emisoras locales dispersa y fragmentada- los obispos han conseguido tener presencia en todo el territorio gracias a Canal 13 TV. En esta televisión, que utiliza una de las cuatro frecuencias que explota Veo 7 (el operador liderado por El Mundo), la Iglesia católica se ha aliado con Canal Català, un grupo audiovisual que posee emisoras locales en Cataluña y produce programas de esoterismo, videncia y tarot para otras televisiones. Además, el Arzobispado de Madrid ha cedido parte del canal de TDT que tiene en Madrid a una empresa que utiliza una parte del ancho de banda para difundir Astrocanal, nicho de pitonisas y echadores de cartas.
Industria dice que regular el espacio radioeléctrico es asunto autonómico
El Arzobispado obtuvo una frecuencia de televisión local en TDT para la ciudad de Madrid en el verano de 2005. En el reparto del espacio radioléctrico, la emisora se integró en un múltiple (ancho de banda con capacidad para cuatro canales) junto a Intereconomía, 8 Madrid y Kiss TV. La capacidad excedentaria de este múltiple, que explotan los cuatro operadores como si se tratara de una comunidad de propietarios, ha sido alquilada a Bienestar TV. Este canal consume la mayor parte del día en programas sobre salud y belleza. Pero cobija también a Astrocanal, una oferta donde proliferan los bloques de consultas al 806 a cargo de adivinos, brujos y echadores de cartas.
Bienestar TV es un canal ilegal, que se ha instalado en el dial sin tener la correspondiente licencia de la Comunidad de Madrid. Pero el Gobierno regional esquiva la responsabilidad. El ministerio de Industria tampoco asume que sea tarea suya regular el espacio radioléctrico porque, dice, las competencias son de las comunidades. Y la Conferencia Episcopal declina hacer cualquier tipo de comentario.
Además del canal del Arzobispado de Madrid, la Iglesia participa en Canal 13 TV, que comenzó sus emisiones a finales del pasado noviembre. Esta televisión, que se dice alejada del sensacionalismo y la frivolidad, va dirigida a gente que "defiende los valores tradicionales" y tiene "una identidad católica", según dijo su consejero delegado, Alejandro Samanes, con motivo de su lanzamiento. Los contenidos, añadió, tienen como destinatarios a los 10 millones de personas que van a misa todos los domingos en España.
Entre sus accionistas figuran la cadena Cope; el expresidente de Antena 3 José María Mas Millet, y el dueño de Canal Català, Nicola Pedrazzoli, que participa a través de la sociedad Socuat con un 13%. La Cope posee un 10%, aunque los porcentajes podrían variar tras la próxima ampliación de capital. "No hay nada cerrado", comenta Pedrazzoli.
Para emitir su señal, Canal 13 TV utiliza una de las cuatro frecuencias del operador liderado por Unidad Editoral. Los otros tres corresponden a Veo 7, Marca TV y AXN. Esta última frecuencia está alquilada a Sony y ofrece una programación de pago.
Pedrazzoli no considera "extraña" su participación en un canal que defiende "valores tradicionales" y tiene una marcada "identidad católica" y la producción de formatos televisivos dedicados a la videncia, el esoterismo o los rituales. "Producimos programas interactivos para diferentes canales y no emitimos para ninguno que sea pirata", recalca. Entre los canales en los que opera figura Metropolitan TV, que usa una licencia adjudicada a Vocento, editor de Abc. Este grupo tiene licencias enMadrid, Andalucía o la Comunidad Valenciana, entre otras.
En una de esas emisoras, el Consejo Audiovisual de Andalucía abrió un expediente por la difusión en Canal 10 (marca de Vocento) de un anuncio que promocionaba un programa de videncia en horario de protección de menores. En pantalla, la adivina decía: "¿Queréis desvelar las claves de vuestro destino, saber cómo estáis en salud, dinero y amor?". Tras anunciar un número de teléfono, aseguraba que los espectadores tendrían a su disposición "técnicas adivinatorias y mánticas milenarias, como el tarot, la astrología o la numerología". En su investigación, el consejo solicitó a la dirección general de Comunicación Social datos sobre la responsabilidad de las emisiones en el canal adjudicado a Vocento. En enero de 2011, respondió que estaba tramitando el expediente para autorizar el arrendamiento solicitado por Vocento a favor de Metropolitan TV. O lo que es lo mismo, de Nicola Pedrazzoli.
El grupo Canal Català ofrece también contenidos de tarot a cadenas nacionales. Su responsable asegura que mantiene conversaciones con La Sexta e Intereconomía para "todo tipo de productos". E insiste en que el grupo hace en Cataluña una televisión "de referencia" que no incluye tales formatos. "También tenemos diarios gratuitos con marcas muy importantes", dice. Y se pregunta "¿por qué no va a ser ético estar en un Consejo de Administración con la Iglesia? No creo que sea una cosa extraña. Hay otras referencias en el mundo de la comunicación de empresarios que están en sitios antagónicos. Hay medios que tienen una línea editorial determinada en cabeceras nacionales y en los diarios locales llevan una línea distinta", dice.
El grupo Canal Català se ha llevado también una sanción del Consejo Audiovisual de Cataluña. Fue el año pasado por ofrecer en la emisora de Tarragona contenidos pornográficos en horario infantil. Considerada responsable de una infracción muy grave, a la compañía le fue impuesta una multa de 90.000 euros.
Un horario protegido elástico
Proteger a los menores ante determinados contenidos es uno de los pilares de la Ley General de la Comunicación Audiovisual, aprobada hace un año. El artículo 7, dedicado a los derechos de los niños, prohíbe la emisión en abierto de contenidos que puedan perjudicar "seriamente" el desarrollo físico, mental o moral de los menores, y en particular, programas que incluyan escenas de "pornografía o violencia gratuita". La normativa precisa que los contenidos no aptos para el público infantil solo podrán emitirse entre las diez de la noche y las seis de la mañana. Además, las televisiones tendrán que advertir con señales visuales y acústicas sobre el espacio en cuestión.
Entre los contenidos prohibidos en el horario infantil figuran los relacionados con el esoterismo y las paraciencias. Pero solo a medias. El mismo artículo restringe tales formatos al horario comprendido entre las diez de la noche y las siete de la mañana. Es decir, que se pueden colar durante una hora (entre las seis y las siete de la mañana) en el tramo protegido. Con la ley en la mano, en esos 60 minutos pueden difundirse espacios sobre la videncia, el tarot o el mal de ojo.
Más precisa es la ley sobre los programas dedicados a juegos de azar y apuestas, que únicamente se pueden emitir entre a la una y las cinco de la madrugada. Fuera de esta restricción están los sorteos y juegos que tengan una finalidad pública, como la Lotería o el cupón de la ONCE.
A juzgar por el artículo 7, el esoterismo es menos peligroso que los productos que promuevan el culto al cuerpo, y las paraciencias entrañan menos riesgos que los adelgazantes. La ley prohíbe emitir en el horario protegido (de 6.00 a 22.00) cualquier anuncio que pueda inducir al rechazo de la autoimagen, como productos para adelgazar, intervenciones quirúrgicas o tratamientos para mejorar la estética.
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