De postre, 'mochi' de fresa

Restaurantes japoneses hay muchos en Barcelona. Los hay de verdad y los hay reconvertidos. En este caso toca uno de verdad. O dos. Ambos del grupo Nomo. Primero fue el Nomo, en Els Jardinets de Gràcia, nacido hace tres años. Y ahora la misma empresa familiar acaba de abrir Kuo, que sigue la estela de su hermano mayor. Ambos locales de buena comida japonesa y con estilo.

Sus propietarios, los tres hermanos Molina Martell y su cuñado Ramón Jiménez, se embarcaron en esta aventura gastronómica atrapados como otros muchos por la mesa y la cultura nipona. Con Kuo mantienen la carta, aunque incorporan una decena de platos más elaborados. En Nomo (Gran de Gràcia, 13; 934 15 96 22; www.restaurantenomo.com) hay que probar la tapa de pulpo marinado con picante con verduritas, las gyo-zas (empanadillas de carne y verdura), el pollo a la plancha con shitake y, por supuesto, las piezas de pescado crudo en bandeja especial de sushi y sashimi que cuesta 48 euros. De postre, el mochi de fresa. En Kuo (Madrazo, 135) se puede disfrutar del tartar de atún con pera, piñones y yema de huevo; el arroz frito con gambas, calamares y vieras, y las cazuelitas de solomillo o magret de pato (13,85 euros). También se recomienda la crep japonesa con carne y huevo y el bacalao negro marinado en miso. "El tipo de comida que ofrecemos pretende mantener la esencia intacta, nosotros adaptamos los platos", explica Juan Molina, uno de los socios, desde un nuevo local, el tercero, en el que están trabajando, junto al Kuo, en el que ofrecerán catering, comida para llevar y zona de cócteles.

Además del catering, el grupo Nomo tiene nuevos proyectos: en menos de dos meses tienen previsto lanzar una aplicación por Internet para pedir comida japonesa a domicilio.