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Imputado el alcalde de Les Borges Blanques por la muerte de una joven en una fiesta popular

El alcalde de Les Borges Blanques (Garrigues, 5.200 habitantes) declarará ante el juez como imputado por la muerte de una adolescente ocurrida durante la fiesta de fin de año de 2008. El republicano Miquel Àngel Estradé y la concejal de fiestas del municipio, Gemma Farré, podrían haber cometido un delito de homicidio imprudente si se demuestra que muerte de la menor es imputable a la mala organización del evento. La menor, de 15 años, cayó de espaldas desde más de dos metros de altura durante la verbena que cada año organiza el Ayuntamiento en el polideportivo Francesc Macià.

Una de las patronales del ocio nocturno catalán, Fecasarm, interpuso una denuncia ante el juzgado de instrucción número 4 de Lleida y pidió la imputación de los responsables municipales porque, a su juicio, la fiesta de fin de año "no contaba con la licencia obligatoria ni había pasado ningún proyecto para su legalización". El alcalde y la concejal declararán el próximo 6 de abril.

Fecasarm sostiene que la obligación del Ayuntamiento era garantizar que la vigilancia en la verbena fuera real, permanente y con un contenido efectivo. "Si la celebración se convirtió en una fiesta de niños vigilada por niños es única y exclusivamente por la dejadez y la omisión en la que incurrieron el alcalde y la regidora", denuncia la entidad.

El desgraciado suceso se produjo poco antes de las cuatro de la madrugada cuando la menor Montserrat J., estaba sentada en la barandilla que separaba la zona de servicios de la pista de baile y, por causas que se desconocen, cayó de espaldas desde una altura de unos dos metros y medio y al impactar con el suelo, se dio un golpe que le causó la muerte.El alcalde de Les Borges Blanques criticó duramente la posición de Fecasarm y reiteró su inocencia y la de la concejal. "En el pueblo todos saben que fue un accidente causado por la imprudencia de la propia víctima, que no debió de sentarse de espaldas en la barandilla. Pero ya se sabe que a veces la gente joven comete imprudencias", señaló Estradé.

"Lo que me sorprende e indigna", añadió, "es el interés que tiene esta entidad de locales de ocio nocturno por acusarnos en los hechos cuando el accidente lo vieron muchas personas. Supongo que lo que pretende es atemorizar a todos los alcaldes de las poblaciones para que no organicen verbenas populares, que es lo que todos los Ayuntamientos hemos hecho siempre porque la ciudadanía lo reclama".

Estradé calificó las imputaciones de "despropósito" y aseguró que el local "reunía todas las medidas de seguridad" y que la fiesta "estaba vigilada por la policía local". El alcalde rebate también las acusaciones en el sentido de que la fiesta no tenía licencia y no reunía las condiciones de seguridad. "Que yo sepa, las fiestas populares no necesitan licencia cuando las organiza el Ayuntamiento". "Las condiciones de seguridad estaban garantizadas porque se organizó en una sala polideportiva en la que se han hecho multitud de actos lúdicos y festivos".

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Fecasarm replica, en cambio, que el Consistorio debió "adoptar un plus de diligencia" en su actuación, ya que en la fiesta había menores de edad. Según la patronal, "la lona de color negro colocada detrás de la barandilla donde la menor se sentó no había pasado ningún control de seguridad y había sido colocada en forma de falsa pared" que "no permitía ver que detrás había un precipicio".

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