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Ares emplaza a los sindicatos a volver a negociar asumiendo el impacto de la crisis

El consejero ve "fuera de la realidad" unas demandas que cifra en 30 millones

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, se mostró ayer contundente en su respuesta a la manifestación convocada el pasado martes por la mayoría sindical de la Ertzaintza, que congregó en el centro de Bilbao a unos 2.500 agentes. El titular del departamento aportó su visión de la negociación con los representantes de la plantilla y quiso desmontar algunas de sus críticas, si bien eludió el enfrentamiento directo y se mostró abierto al debate. "Son ellos quienes han abandonado el diálogo que reclaman", consideró, antes de instar a los responsables de Erne, Esan, Sipe y Euspel a que "se sienten de nuevo en la mesa", aunque en el marco de una negociación responsable que "tenga en cuenta la época de crisis".

En una rueda de prensa en Bilbao convocada expresamente para analizar el estado de la negociación con los sindicatos, Ares comenzó conciliador. Reconoció que en la manifestación participó "un número importante" de agentes y se comprometió a "tenerla en cuenta" para su gestión, pero no tardó en detallar los logros de su mandato en esta materia y en advertir de que "no se pueden resolver todos los problemas de la Ertzaintza en dos años", los que suma al frente de la cartera. "El más insatisfecho por la tardanza soy yo, pero los cambios se tienen que hacer bien y con el máximo consenso posible", justificó.

La dificultad para negociar cuestiones económicas en plena recesión fue el argumento del que echó mano Ares para explicar la prórroga del convenio de la Ertzaintza, caducado en 2007, algo que entendió que haya causado el lógico malestar entre los agentes. Sin embargo, según reveló, el listado de 17 reclamaciones que la mayoría sindical incluyó en la negociación del acuerdo regulador supondría un desembolso de 30 millones de euros que el responsable de Interior situó "fuera de la realidad" en tiempos de crisis.

El consejero citó el aumento generalizado del desempleo para recordar a los ertzainas que gozan de "un puesto de trabajo fijo y un buen nivel salarial", por lo que les emplazó a "arrimar el hombro" y a mostrarse solidarios con "quienes lo están pasando realmente mal". En este sentido, confió en que se puedan recuperar los recortes salariales establecidos cuando la situación de la economía mejore, pero demandó "sacrificio" a la plantilla hasta ese momento.

El tono se endureció en la recta final de su intervención. Tras acusar a algunas centrales de "mentir" sobre las supuestas pretensiones de Interior de dificultar la asistencia de agentes a la manifestación de anteayer, Ares lamentó que algunos de los representantes sindicales confundan la negociación con "tragar". Fue la expresión que utilizó para deplorar la pretensión de los representantes de la plantilla policial de mantener las primas establecidas en su momento para la jubilación anticipada, pese al acuerdo para rebajar esta hasta los 60 años.

El consejero aseguró además que con la supuesta defensa de la segunda actividad por edad, los sindicatos pretenden una jubilación anticipada "encubierta" a los 55 años. En este sentido, aseguró que no se va a eliminar la posibilidad de otorgar nuevos cometidos a algunos agentes, aunque solo en casos concretos como los motivados por enfermedad. Además, se mostro dispuesto a debatir condiciones especiales para los ertzainas más desfavorecidos, como los que trabajan en el turno de noche.

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La respuesta de las centrales llegó horas después. En un comunicado conjunto, Erne, Esan, Sipe y Euspel se comprometieron a regresar a la mesa de negociación siempre y cuando el titular de Interior "deje de contar mentiras". "Si esta es su respuesta a la manifestación es que su egocentrismo no tiene límite y no ha entendido nada", lamentaron los sindicatos.

Más de 50 reuniones

"Ni prepotencia, ni falta de diálogo ni imposición". El consejero de Interior, Rodolfo Ares, se mostró categórico al rechazar las críticas que le habían trasladado los sindicatos de la Ertzaintza un día antes. Y para demostrar su talante negociador echó mano de los datos. "Desde que soy consejero hemos mantenido más de 50 reuniones con los representantes de la plantilla en distintos órganos de debate", destacó.

No fue el único ejemplo que puso sobre la mesa. Durante su comparecencia en Bilbao, Ares repasó los acuerdos alcanzados por su departamento en los dos años de mandato socialista: el adelanto de la edad de jubilación, la consolidación de una plantilla de 8.000 ertzainas con nuevas promociones cada año, la convocatoria de concursos anuales de traslados, el establecimiento de seis días de libre disposición, la ampliación de la edad de acceso al cuerpo hasta los 35 años, el compromiso de acabar con las habilitaciones o la renovación del vestuario laboral. "En modo alguno hemos recortado derechos, sino todo lo contrario", recalcó.

Planteamientos de ambas partes

- Sindicatos. Su principal demanda hace referencia a la renovación de un convenio que caducó en 2007. Entre su batería de 17 propuestas económicas destacan el reconocimiento de la indemnización por libre disposición, la compensación por asistencia a juicios, la revisión del complemento de productividad por festivo o el abono de media dieta por trabajar los fines de semana.

- Las centrales reclaman además que Interior se haga cargo del vestuario no uniformado, de exámenes anuales de salud y del desarrollo de la carrera profesional, tanto horizontal como vertical. Demandan igualmente que se concrete una productividad única y diaria, que se respeten los periodos de descanso y que se dote a todas las unidades de un calendario específico.

- En estos puntos coinciden Erne, Esan, Sipe, Euspel y CCOO. Salvo esta última, el resto de organizaciones se han levantado de la mesa de negociación al tratarse la segunda actividad por edad, una cuestión que no están dispuestos a que desaparezca de la nueva Ley de Policía del País Vasco. Aseguran que hace una década renunciaron a mejoras salariales para crear un fondo económico con este objetivo que, sin embargo, nunca vio la luz.

- Interior. El departamento no está dispuesto a abordar, en el marco de la actual crisis, unas reivindicaciones económicas cuyo coste cifra en 30 millones de euros. Ares sí se comprometió ayer a atender al menos "parte de las mismas", cuando se supere la recesión y a negociar en la actualidad sobre el resto de materias.

- La consejería entiende que las peticiones sindicales en torno a la segunda actividad por edad encubren una prejubilación efectiva a los 55 años que algunas centrales incluso pretenden rebajar a 52. Ares no está dispuesto a que los representantes de la plantilla tomen las decisiones.

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