Desastre nuclear
Sorprende que el tremendo drama que vive Japón provenga no tanto del terremoto (apenas hubo edificios derribados por este fenómeno) sino por el posterior tsunami que derivó del propio terremoto, cuando técnicamente es mucho más difícil resolver los problemas del terremoto que del tsunami.
De hecho, el mejor método de combatir los tsunamis es el mismo con el que se combaten las inundaciones y corrimientos de tierra que todos los años devastan zonas pobladas del mundo: mediante una planificación del territorio, y en este caso evitando construir por debajo de una cota de 12 metros sobre el nivel del mar o a la suficiente distancia de la costa para que las olas tengan suficiente espacio para disiparse. Y más inconcebible es aún que en un país tan avanzado y volcado en la prevención se construyan nada menos que cuatro nucleares juntas expuestas a los efectos de tsunamis.