La cuenta de la cultura la paga Hereu

Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, lanzó ayer uno de los mejores eslóganes para su campaña en las próximas elecciones municipales: el Ayuntamiento está dispuesto a asumir la inversión que la Generalitat no podrá hacer este año por los recortes presupuestarios en aquellos grandes equipamientos culturales ya afincados o previstos en breve en la ciudad. En total, unos 10 millones de euros, un esfuerzo que el Gobierno autonómico debería compensar a la ciudad entre 2012 y 2014.

Así se lo propuso Hereu al consejero de Cultura, Ferran Mascarell, en una reunión de casi dos horas que mantuvieron en la Casa Gran y que fue tan "positiva", "franca" y "sincera", a tenor de lo que reiteradamente manifestaron ambos, que los adjetivos eran eufemismos porque comparecieron por separado, "a petición del alcalde", según Mascarell.

"Llevamos ya dos años de ajustes y ahora ya no podemos dar ni un paso más atrás. No queremos que el Liceo, el Macba o el Auditorio dilapiden su prestigio por la desinversión y la falta de apuesta de la Generalitat", apuntó un Hereu firme, que calificó la cifra de "asumible, que hace una ciudad solvente". Mascarell no dijo "ni sí ni no; estudiará la fórmula", interpretó el alcalde.

"Nadie me ha de explicar la capitalidad y la importancia de los equipamientos culturales de Barcelona", había comentado minutos antes Mascarell evocando su papel de ex responsable cultural del Ayuntamiento. Quizá por ello

anunció la creación de una comisión técnica Generalitat-Ayuntamiento que en breve empezará a revisar "caso por caso" las inversiones que realizar, con atención en los grandes equipamientos (afectados por un recorte del Gobierno de entre el 15% y el 20%) que quedasen muy mermados

en su quehacer.

Allí mismo, Mascarell aplicó su metodología caso por caso. Así, sobre el Museo de Ciencias Naturales, donde la Generalitat ha de entrar en su consorcio y aportar más de cuatro millones de euros, aseguró: "El Ayuntamiento lo ha desplegado por voluntad propia; que se inaugure pero nos encontraremos en él cuando sepa de qué estamos hablando, sobre todo en temas económicos y de estructura; como en el resto de casos, puede esperar a que la Generalitat tenga el presupuesto cerrado". Más duro fue con el Centro de Arte del Canódromo: "Está mal planteado; es una estructura no real". Y con el Disseny Hub: "No es un museo nacional, por lo que la entrada de la Generalitat dependerá de sus funciones en el futuro".

También respondió al manifiesto del Círculo de Cultura -"debe hacerse que la sociedad se crea lo de la excepcionalidad cultural y pedirlo en época de bonanza"- y al apoyo del Conca a la manifestación del día 21: "Es una ambigüedad más de ese organismo: es fácil estar a favor de manifestaciones y más complicado tomar decisiones".

Acabado el encuentro, Hereu hizo llamar a los directores de los grandes centros para informarles de la propuesta.