Gracias, TVE

Uno de los cambios más gratos de los últimos años que afecta a la vida diaria de los españoles, y del que poco o casi nada se habla, es el que se ha producido en Televisión Española. Poder salir del sillón para meterse en las historias que cuentan las películas, sin que la publicidad nos devuelva abruptamente y varias veces a la adusta realidad, es una maravilla. Sin embargo, en lo que más se nota la transformación de TVE es en los servicios informativos. Por fortuna, quedan ya lejos los tiempos de José María Aznar. Como ejemplos de aquel intervencionismo "soviético", todos recordamos el modo sectario con el que transmitía las noticias el presentador del Telediario, Alfredo Urdaci, o cómo teníamos que acudir a CNN+ o a cualquier otra cadena -con la excepción de Telemadrid, que seguía y sigue los mismos criterios de escandalosa parcialidad- para enterarnos de lo que realmente estaba pasando en Galicia con el Prestige. A todos los que han hecho posible el cambio, desde el Gobierno hasta el último de sus trabajadores, enhorabuena y gracias.