Policías y opositores se enfrentan en Teherán
Las fuerzas de seguridad iraníes, secundadas por milicianos de paisano, se enfrentaron ayer a grupos de manifestantes en diversos puntos de Teherán, en una jornada de protesta convocada para exigir la liberación de los líderes opositores, según informaron páginas de la oposición en Internet.
El sitio de internet Kaleme.org, afín al exprimer ministro Mir Husein Musaví, indicó que la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los congregados, que gritaron consignas en contra del régimen y del Gobierno cerca de la universidad de Teherán y la plaza de Azadí, en el este de la ciudad. Sahamnews.org explicó, por su parte, que varios grupos de personas gritaron "muerte al dictador", en alusión al presidente del país, Mahmud Ahmadineyad.
Las informaciones no pudieron ser contrastadas sobre el terreno ya que las autoridades prohíben a la prensa internacional informar desde la calle. Las webs explican que cientos de personas acudieron a la llamada en las principales arterias de la capital, pero que cada vez que un grupo trataba de congregarse era hostigado con violencia por las fuerzas especiales y voluntarios de las milicias de voluntarios islámicos, los basiyís. Hubo al menos 15 detenidos.
Reformistas detenidos
Musaví y el también líder opositor Mehdi Karrubí llevan incomunicados y retenidos por la policía desde hace casi tres semanas. La situación de ambos es confusa, después de que ayer sus familias y sus propios sitios web denunciaran que habían sido detenidos y trasladados a la prisión de Heshmatieh, en el este de la capital. Ayer el fiscal general de Irán y portavoz del Poder Judicial, Gholam Husein Mohseni Ejei, negó esta información, que atribuyó a medios de comunicación enemigos.
Apenas 24 horas antes, y entre los rumores de arresto, el propio Ejei había conformado que Musaví y Karrubí habían sido aislados para evitar contactos con ciertas personas. "El primer paso ha sido dado. Se han bloqueado sus relaciones, ya sean personales o telefónicas", afirmó antes de advertir que si es necesario se tomarán otra serie de medidas coercitivas, aunque no definió cuales.
El régimen iraní acusa de traición, sedición y conspiración con fuerzas extranjeras a Musaví y Karrubí, que han denunciado como fraudulenta la reelección en 2009 del presidente Ahmadineyad.
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