Una Virgen en el limbo
La obra de Bellpuig de les Avellanes se subastará en marzo pese a que la Generalitat anunció hace 10 meses que la había comprado
Entre los asuntos que Ferran Mascarell encontró sobre la mesa de su despacho, tras tomar posesión como consejero de Cultura, estaba el de encontrar destino para una Virgen. Joan Manuel Tresserras, su antecesor en el cargo, había paralizado en mayo de 2010 la subasta de una escultura creada en el siglo XIV por Bartomeu de Robió alegando que por ser un Bien de Interés Cultural, desde julio de 1991, sus propietarios tenían la obligación de notificar su venta y las condiciones de la transmisión con dos meses de antelación, cosa que no habían hecho. "Nosotros nos hemos enterado de la venta de la Virgen por la publicación del catálogo", dijeron desde el entorno del consejero.
Al mes siguiente el propio Tresserras anunció en Lleida que la Generalitat había ejercido el derecho de tanteo y que la talla, una vez pagados los 120.000 euros del precio de salida, acabaría depositada en el museo de esta ciudad, confirmándose el interés que había manifestado este centro por quedarse con ella. Para potenciar sus palabras, el exconsejero y el presidente de la Diputación de Lleida, Jaume Gilabert, se fotografiaron con la imagen.
Pero la realidad fue otra y la escultura jamás salió de la sala barcelonesa de subastas Balclis, un territorio de nadie en el que ha permanecido en los últimos 10 meses. Tras la paralización de su venta, la familia propietaria de la Virgen presentó una batería de alegaciones por entender que la Generalitat no había aplicado correctamente la Ley de Patrimonio. En concreto, denunciaron que el departamento había ejercido el derecho de tanteo antes de que se produjera la subasta y no después pagando el precio de remate como marca la ley, por lo que se sentían perjudicados.
Las elecciones y el cambio de Gobierno hicieron que esta patata caliente pasara a los nuevos gestores. Ayer, el nuevo director general de Patrimonio, Joan Pluma, que no entró a valorar la forma de actuar de sus antecesores, confirmó que se habían mantenido conversaciones con los propietarios de la Virgen y que el tema "está en fase de cerrarse". Según explicó, la discusión de las partes se ha centrado en si el derecho de la Generalitat existe a partir de ponerse la obra a la venta o tras conocerse el precio de remate. Desde Balclis aseguran que no conocen una situación parecida y que las Administraciones siempre ejercían su derecho con posterioridad.
La Virgen de Bellpuig es una escultura excepcional por el aspecto cortesano que le da el escote y las joyas que esculpió Robió en el siglo XIV y por su buen estado de conservación. La pieza estuvo en su origen en la sala capitular del monasterio de Bellpuig de les Avellanes (Noguera). En 1894 fue adquirida por el banquero leridano Agustí Santesmases que, más tarde, la vendió al coleccionista Charles Deering. Uno de sus descendientes la entregó, antes de volver a Estados Unidos, a su hombre de confianza en Tarragona, Josep Vilar.
La próxima subasta de Balclis será los días 16 y 17 de marzo y la estrella, después de 10 meses, volverá a ser la Virgen de Bellpuig. Como entonces, no le faltarán novios para comprarla. El museo de Lleida asegura que sigue interesado en mostrarla en sus salas, junto a otras obras del autor.
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