"La paciente permanece estable y se recupera satisfactoriamente"

Mientras Esperanza Aguirre, la presidenta regional, acompañada de su marido y uno de sus hijos, ingresaba hacia las 8.20 por su propio pie en el hospital Clínico para ser operada de un cáncer de mama, la cúpula del Gobierno regional escenificaba su unidad asistiendo en bloque a un acto menor del partido en Pinto. La agenda de Aguirre la asume su vicepresidente Ignacio González, que ayer ya la sustituyó en la inauguración de la Casa Sefarad-Israel en Madrid. En el PP madrileño, que ya ha arrancado la maquinaria electoral para las elecciones del próximo 22 de mayo, hay una idea: aguardar el regreso de su líder, que se prevé para dentro de unos 10 días, sin permitir que se instale la sensación de "orfandad". También el que la relación entre los dos hombres fuertes de Aguirre, González y Francisco Granados, es buena y están en sintonía, pese a sus desencuentros previos.

Los ganglios no están afectados por el cáncer, según el parte médico

La presidenta de la Comunidad entró en el quirófano para ser intervenida a las tres de la tarde, después de someterse a las pruebas del preoperatorio (análisis de sangre y contraste, entre otras). La operación, dirigida por el jefe de la Unidad de Patología Mamaria, José María Román, duró una hora y media. "La paciente permanece estable y se recupera satisfactoriamente", decía el parte médico que se repartió a todos los medios de comunicación sobre las seis y media de la tarde.

El vicepresidente primero del Gobierno regional, Ignacio González, fue el primer miembro del Gabinete que visitó a Esperanza Aguirre pasadas las 17.20. El vicepresidente entró acompañado de la directora de Comunicación, Isabel Gallego, y se limitó a asegurar: "La presidenta está muy bien, gracias". Una hora después el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, aprovechó que los responsables de prensa estaban distribuyendo el parte médico a los periodistas congregados para entrar en el centro hospitalario sin apenas hacer declaraciones.González y Lasquetty salieron juntos en torno a las siete y media. Ignacio González fue el primero en informar sobre el estado de salud de Aguirre. "La operación ha ido extraordinariamente bien, he podido hablar con ella y está de un humor excelente", y añadió: "Está muy animada, muy al día y preguntando por todo, como siempre. Ya saben ustedes cómo es".

El vicepresidente del Gobierno regional aprovechó para agradecer todas las "muestras de apoyo y solidaridad" que Aguirre tuvo la oportunidad de ver ayer en los periódicos y a través de Internet, según aseguró. De las cerca de de dos horas que pasó en el interior del hospital Clínico, González explicó que solo estuvo con la presidenta "un poquito porque está recuperándose" y que el resto del tiempo lo pasó con el equipo médico y con la familia de Aguirre.

El número dos del Gobierno regional se encargó, también, de ensalzar la "extraordinaria sanidad pública madrileña" de la que afirmó sentirse "orgulloso". En la misma línea se pronunció el consejero de Sanidad que destacó al hospital Clínico San Carlos como un centro "de referencia en toda España" e insistió en que la presidenta regional "ha comprobado en sus propias carnes que trabajan excelentes médicos en los hospitales públicos". A pesar del reguero de alabanzas para el sistema público de salud de la Comunidad de Madrid de los dos miembros del Gobierno regional, una pareja increpó a González a su entrada al hospital y criticó el tiempo de espera para una operación. "Qué suerte que ya se ha acabado la lista de espera en la sanidad", ironizaron los dos ciudadanos.

Al final de su intervención, González contribuyó a desencriptar el parte médico. "Se practicó cirugía conservadora con técnica de ganglio centinela con resultado negativo", decía el parte. González explicó la frase: "Quiere decir que afortunadamente no hay nada malo en los ganglios. No hay afectación", recalcó.

Fernández-Lasquetty confirmó que la presidenta está acompañada por su marido, Fernando Ramírez de Haro, sus dos hijos, su madre y todos sus hermanos.

Ni los miembros del Gobierno ni las fuentes sanitarias adelantaron cuándo será dada de alta Esperanza Aguirre, aunque se mostraron confiados en que "muy pronto retome la agenda ordinaria", porque todas las informaciones "son muy positivas".

Esperanza Aguirre llegó a las 8.20 al hospital Clínico San Carlos con las pruebas médicas de la clínica privada Nuestra Señora del Rosario en la mano para ser operada por un equipo multidisciplinar con especialistas de patología mamaria, ginecología y oncología del hospital público.

Durante todo el día, una decena de medios se concentraron a las puertas del centro sanitario para seguir el estado de salud de Aguirre. En el interior, la actividad médica se desarrolló con normalidad y también las obras de reforma de las habitaciones del ala norte que, según las previsiones, terminarán el próximo mes de marzo.