Hereu gana y asesta un golpe al aparato

Jordi Hereu será finalmente el candidato que intentará que Barcelona siga siendo el mayor bastión de la izquierda en España tras las elecciones del 22 de mayo, en las que todas las encuestas apuntan a una victoria de Convergència i Unió. Hereu superó en una notable victoria a la exconsejera Montserrat Tura: 2.484 votos frente a 1.669 (60% frente a 40%) en las primarias que ayer celebró el PSC para elegir candidato en Barcelona.

La balanza se inclinó por los votos de los militantes que se mostraron mayoritariamente a favor del alcalde: 62% a 37%. La diferencia fue menor en las urnas de los simpatizantes: ganó también el alcalde pero por un margen de 14 puntos. Hereu ganó en siete distritos de la ciudad y Tura se impuso en tres: Gràcia, Sarrià- Sant Gervasi y Eixample.

La victoria de Hereu supone un duro revés para el aparato del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) que desde el verano pasado ha intentado por todos los medios que el alcalde tirara la toalla. Por el contrario, representa un triunfo para la Federación de Barcelona del PSC que se ha ido enrocando en su respaldo al alcalde al tiempo que aumentaba la ofensiva en la calle. Hereu se ha impuesto, pues, doblemente: a su rival y a la dirección del partido. El aparato del PSC sufrió anoche otra derrota, menor, pero derrota: la de su candidato en Sant Cugat del Vallès, Jordi Menéndez -actual jefe de prensa de la oficina del ex presidente José Montilla- frente al candidato de la agrupación local, Ferran Villaseñor.

"Hoy todos los socialistas que estamos aquí hemos hecho el primer gran paso que nos debe llevar a volver a ganar la Barcelona de progreso el próximo 22 de mayo", exclamó Hereu tras conocer los resultados. Y como ha hecho durante toda la campaña de las primarias, tendió la mano a su rival para que se integre en su proyecto. Salieron juntos al escenario del Avenida Palace. Él con los ojos brillantes y eufórico, ella con cara de circunstancias.

La euforia en la federación de Barcelona era anoche incontenible en un hotel donde hubo más expectación que en la sede del PSC la noche de las elecciones autonómicas: "El PSC es patrimonio de la sociedad, lo han expresado más de 4.000 ciudadanos de Barcelona", señaló el secretario de organización de los socialistas de Barcelona, Albert Aixalà. Mucho antes de que este saliera, la presencia en primera fila de parte del gobierno de Hereu y muchos miembros de su equipo de campaña en las primarias ya presagiaba su victoria. Los gritos de "¡Jordi, Jordi, Jordi!" y "¡Barcelona socialista!" saludaron a Hereu cuando subió al escenario. "De este salón salimos siendo una sola cosa, la misma cosa", afirmó Hereu con Tura al lado.

La candidata, que encajó la derrota con diplomacia, se aprestó a destacar que las primarias han sido "una lección de democracia y hoy el PSC es más libre que hace un mes". Dijo que, ahora, había que trabajar unidos para imponerse al nacionalismo conservador y la derecha más extrema del PP. No aclaró, sin embargo, si se implicaría directamente con Hereu.

El ya candidato del PSC por Barcelona recibió la llamada de felicitación del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla, por su triunfo en las primarias. Un Hereu entusiasta pidió a militantes y simpatizantes que sigan movilizados: "Ahora viene la batalla, la del 22 de mayo y tenemos que ganar. De mí dijeron que sería Hereu, el "breu", pues les demostraremos que no, que saldremos adelante".

A Hereu, crecido en todo este proceso, tiene algo más de dos meses para intentar remontar unas encuestas que vaticinan una debacle. En las elecciones autonómicas, el PSC se hundió en la capital catalana y sólo logró el 17,8% de los votos, su peor resultado de la historia.

Hereu se enfrentará a Xavier Trias, presidente del grupo municipal de CiU, que parte como el gran favorito. En eso coinciden todas las encuestas, las de su partido, las de todos los medios de comunicación y, especialmente, las del PSC.Trias ha permanecido expectante durante estas dos semanas de primarias. Con todo ha llegado a manifestar que prefería medir sus fuerzas con Hereu. Normal, teniendo en cuenta que, según las encuestas, si su oponente es Hereu, Trias podría rozar la mayoría absoluta.

El futuro de Tura, que actualmente ocupa una de las secretarías de la mesa del Parlament es una incógnita, pero está claro que su figura queda maltrecha con vistas al congreso del PSC debe elegir el relevo de José Montilla, una candidatura para la que también se ha postulado. Mantiene que trabajará por Barcelona desde el partido. Pero también suele decir que no descarta nada.

El apoyo de la dirección socialista a Tura no ha sido tan claro como el de Ferraz en Madrid con Trinidad Jiménez, pero por mucho que lo haya negado el ex consejera el aparato respiró aliviado cuando se lanzó a arrebatarle la candidatura al alcalde. Callados en público durante toda la campaña, ayer la dirección rompió su silencio y el viceprimer secretario del partido, Miquel Iceta, se mostró partidario de Tura. A mediodía, al acudir a votar habló de que el PSC necesita "cambios" y añadió que mientras "si gana Hereu estará en mejores condiciones para ganar las elecciones municipales, si gana Tura abriremos otro capítulo en la historia municipal del PSC en Barcelona que también nos dará más posibilidades de las que teníamos hace un mes". Por la noche, felicitó a Hereu, dijo que es el candidato de todos los socialistas y pronunció la frase de mediodía pero al revés: "Ahora estamos en mejores condiciones que hace un mes para afrontar el proceso electoral".