Cómo domar a un cisne negro
Sin una palabra de más. O de menos. Enfrentarse a Natalie Portman es como interrogar a un testigo sentado en un estrado imaginario. Todo parece medido para encajar en un discurso perfecto. En el momento de esta cita, en la Mostra de Venecia de 2010, aún no había noticia de su embarazo, su novio coreógrafo (Benjamin Millepied) era un rumor y pocos sabían que la actriz iba a darse un largo descanso. Solo se hablaba de su encontronazo lésbico (en la ficción) con Mila Kunis; de la descomunal belleza de su trabajo en Cisne negro, de Darren Aronofsky (que podría valerle el Oscar), y de su desarmante elegancia.
EP3. ¿Lo ha pasado muy mal rodando?
Natalie Portman. El calendario fue muy riguroso y agotador. Trabajábamos cada día 15 o 16 horas. Fue todo muy extremo.
EP3. Dicen que es su mejor papel.
N. P. Soy muy poco objetiva cuando se trata de mí misma, así que no sé qué decir.
EP3. ¿Es el que más le ha demandado?
N. P. Sí, pero me ha hecho darme cuenta de que cuanto más pones, más sacas de ello.
EP3. La película traza un retrato poco alentador de las relaciones madre-hija.
N. P. Es común en el mundo del ballet y en el de los actores ver a esa madre estereotipada, pero veraz, que presiona a sus hijos para hacer lo que ella desea. Es muy duro para un niño determinar cuál es su propia ambición y cuál la de sus padres.
EP3. Usted quería ser bailarina.
N. P. Cierto. Pero lo dejé a los 12 años para ser actriz. Es curioso; tenía una visión muy romántica de ello hasta que hice la película y me di cuenta de las horas que hay que dedicarle, del sufrimiento diario, de tanto dolor Yo, en apenas unas semanas de rodaje, me lesioné una costilla. Si los vieras a ellos, con esas grandes lesiones es increíble verles bailar y luego correr a meterse en una bañera con hielo. Te hace pensar que parte del arte de la danza consiste precisamente en esconder el dolor.
EP3. Usted ha tenido una carrera de éxito y aun así parece conservar la cordura.
N. P. [Risas] Gracias por decirlo, últimamente he tenido muchas dudas sobre ese aspecto de mi vida en particular. Tengo unos padres fantásticos, unos amigos maravillosos, y he estado rodeada de gente que siempre me ha dicho la verdad.
EP3. ¿Y esas dudas que comentaba?
N. P. He trabajado demasiado. Ha sido extra-
ño. La financiación para Cisne negro no llegó hasta que llevábamos dos semanas ro-
dando. Todo lo que tenía en la mesa se cayó
excepto mi papel en Thor. Al final, las cuatro películas de las que estaba pendiente obtuvieron luz verde y las hice seguidas.
EP3. No le he preguntado sobre su escena lésbica con Mila Kunis.
N. P. [Sonríe] Es un momento crítico, de transformación, en el que mi personaje encuentra su propio placer. Y, al mismo tiempo, su identidad se fragmenta definitivamente. Seguro que no es la respuesta que esperabas, pero creo que nunca se había usado el sexo de esa manera en un filme.
Cisne negro se estrena hoy en España.
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