PP y PSPV se enzarzan al oponerse a las prospecciones petrolíferas
Los socialistas denuncian que Aznar autorizó siete sondeos en 2002
Nadie diría que un voto unánime, como el que ayer emitieron todos los grupos de las Cortes contra la autorización del Gobierno central para la realización de prospecciones petrolíferas en la costa valenciana, pudiera orquestarse con un cruce de acusaciones tan acalorado como el que protagonizaron socialistas y populares. La Cámara apoyó una proposición no de ley del PP que pide la "paralización inmediata" de las autorizaciones, pero el diputado del PP David Serra y el del Grupo Socialista Adolf Sanmartín se dijeron poquito y bueno.
Serra invitó al resto de grupos a apoyar la proposición con un discurso centrado en atacar al Gobierno de España por perjudicar el futuro del patrimonio ambiental y turístico de la costa valenciana y en descalificar a su presidente, el socialista Rodríguez Zapatero, al que acusó de "no tener credibilidad" y de tratar de perjudicar a la Comunidad Valenciana "porque no ha claudicado electoralmente" en el voto al PP a lo largo de su mandato.
Sanmartín enfatizó que los socialistas valencianos "anteponen los intereses medioambientales de la Comunidad Valenciana" a los de partido al votar afirmativamente una iniciativa que rechaza unas autorizaciones del Gobierno. Pero acusó a los populares de ser "unos manipuladores profesionales, además de unos oportunistas" por buscar otro escenario de enfrentamiento victimista cuando en 2002, con Aznar en el Gobierno, con Josep Piqué en el departamento de industria y Jaume Matas, "embajador de la Comunidad Valenciana", como ministro de Medio Ambiente, se concedieron siete permisos de prospecciones de hidrocarburos al norte de las islas Columbretes a la empresa British Gas en uno de los cuales se llegó a perforar."¿Pidió entonces el Gobierno algún informe a la Generalitat como sí que ha hecho ahora? ¿Por qué no se opusieron entonces?", preguntó Adolf Sanmartín, que exclamó: "¡Ya está bien de cinismo e hipocresía!". David Serra, que insistió en la contradicción en que se encuentra la delegada del Gobierno, Ana Botella, al defender los sondeos para buscar hidrocarburos mientras el líder del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, los rechaza, replicó que los socialistas "no han movido un dedo ante el Gobierno central para evitar la situación" y les acusó de mirarse "en su propio espejo" cuando acusan a los demás de cinismo e hipocresía. "Sí que le ha sentado mal que apoyemos su proposición no de ley", contestó el socialista Sanmartín.
Los otros dos grupos de la oposición fueron más comedidos y repartieron críticas a populares y socialistas, para acabar sumándose también al voto favorable. Lluís Torró, de Esquerra Unida, tildó de "hipócrita" al PP por hacer victimismo y dijo que el rechazo de su grupo "no es coyuntural" porque obedece a unas posiciones que discrepan de un modelo energético en el que "las diferencias entre el PP y el PSOE se reducen a matices que se magnifican por intereses electorales". Mireia Mollà, de Compromís, dijo que su grupo otorga un "sí muy crítico" a la proposición, acusó al Gobierno central de "someterse a los intereses de las eléctricas" y recriminó al PP que Rodrigo Rato, cuando era vicepresidente con Aznar, defendió en el Senado las prospecciones y negó que hubiera que tener en cuenta la opinión de las comunidades autónomas.
Tras constatarse en los tableros electrónicos de votación que el resultado había sido unánime en el apoyo a la proposición del PP, la diputada socialista Ana Noguera logró el apoyo de Esquerra Unida y de Compromís a una proposición, que el PP rechazó, en la que se reclamaba el aumento de recursos destinados a combatir el fracaso escolar, la creación de las plazas de Formación Profesional necesarias o la colaboración con el Gobierno central en la creación de escuelas infantiles. "No se puede cambiar a golpe de propaganda lo que está pasando en la calle", dijo Noguera al describir la situación en el sector educativo y recordar que la Comunidad Valenciana es "la tercera por la cola" en este terreno. En el caso de una proposición no de ley de la diputada de Compromís Mònica Oltra, que pedía la creación de una oficina antifraude, fueron los socialistas los que se sumaron al apoyo junto a Esquerra Unida. El PP también la rechazó porque incrementa los costes y duplica funciones, según el diputado César Augusto Asencio. Oltra se preguntó si los populares no quieren la oficina antifraude "para protegerse de los casos que todavía no les han salpicado o porque quieren seguir metiendo la mano".
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