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El Gobierno acusa al PNV de usar las cajas por sus diferencias internas

Aguirre ve peligroso cualquier retraso y aboga por culminar la fusión BBK-Vital

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, decidió ayer no morderse la lengua y apuntó a un uso de las cajas vascas por parte del PNV, en función de problemas políticos internos, y sin tener en cuenta la pérdida de oportunidades y los riesgos que puede acarrear para el futuro de las entidades financieras, en pleno momento de reestructuración del sector.

Aguirre se refirió así a la decisión del PNV, la semana pasada, de poner sobre la mesa una integración plena de las tres cajas vascas, previa paralización del proceso iniciado por BBK y Caja Vital para una fusión fría, cuyo protocolo tenían prácticamente ultimado los presidentes de ambas, Mario Fernández y Carlos Zapatero, respectivamente. La firma fue abortada, y desde dentro, por el propio vicepresidente de la caja alavesa, Iñaki Gerenabarrena, que es a la vez el máximo responsable del PNV en el territorio.

El consejero afirma que ralentizar el proceso puede salir "caro" a las cajas
Arriesgan "una buena oportunidad" para su posición y peso en España

El consejero, que compareció ayer junto a la portavoz, Idoia Mendía, al término de la reunión semanal del Gobierno para dar cuenta de los resultados económicos del último trimestre del año pasado, no mencionó expresamente al PNV, pero era ese partido el destinatario de la acusación que vertió tras señalar que el Gobierno apoya "sin reservas" la decisión adoptada por los profesionales de ambas cajas: "parece que algún partido no piensa lo mismo y utiliza a las cajas para sus movimientos políticos, probablemente internos", dijo. El consejero advirtió de que, en el momento de cambio en que se encuentra el conjunto de las cajas españolas, lo mismo que una unión a tiempo puede proporcionar oportunidades y una buena posición, lo contrario, es decir, cometer "un error, te puede costar caro".

La equivocación sería, a su juicio, abortar ahora, por los problemas de desacuerdo interno en un partido, un proceso que ya estaba avanzado, e iniciar el camino a una fusión entre las tres cajas, cuyas dificultades ya se conocen y dieron al traste hace cinco años con un intento. "Ahora no es el momento de ralentizar los procesos, que es lo que ocurriría si se entra el proceso de fusión caliente a tres. Dejemos que los profesionales hagan su trabajo, ya que, tal el como está el sistema de caja, un error a estas alturas podría costarnos muy caro", dijo.

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Frente a esa posición, el PNV busca ahora que el Gobierno central le garantice el éxito de la fusión a tres que no consiguió llevar a buen puerto en 2005 y a él dirige sus exigencias. El movimiento ha venido determinado por la imposibilidad de conciliar posturas en la ejecutiva entre Vizcaya, firme defensora de la fusión BBK-Vital y Guipúzcoa, donde una Kutxa dominada por Joseba Egibar quedaba en una complicada situación de aislamiento. Álava y Gerenabarrena, con su doble posición de poder como vicepresidente en Caja Vital y jefe del partido han sido el instrumento de una voladura desde dentro de la avanzada operación Fernández-Zapatero.

El secretario general del PSE-EE alavés, Txarli Prieto, desveló ayer en su blog que el PNV estuvo primero de acuerdo, pidió después "la paralización para que pudiera participar la Kutxa" a lo que, según afirmaba, "se accedió", para finalmente, plantear la "fusión caliente". Prieto afirmaba que el PNV ha actuado a sabiendas de que esa opción "no hace consenso ni convive con la realidad sociológica de los tres territorios", pero que ha preferido entorpecer" el avance de BBK y Vital a causa de sus desavenencias internas y disputas de liderazgo. Por ellas, afirmaba, "el interés del País Vasco vuelve a quedar relegado".

Carlos Aguirre consideró que la operación BBK-Vital colocaba a la entidad resultante en una dimensión suficiente "para jugar un papel fundamental en la reestructuración del sector de cajas" en el conjunto de España.

Que el PNV retrase ese posicionamiento favorable de las cajas vascas por una jugada de última hora para solventar sus problemas internos supondrá "perder una buena oportunidad", advirtió. Y en estos momentos delicados para el sector "un error puede costar caro", añadió.

En consecuencia, el consejero defendió la continuidad de la fórmula de la fusión fría a dos, como fórmula que facilita salvar los problemas que se detectaron en intentos anteriores de fusión plena. "Es la fórmula de viabilidad mejor y más rápida. Deberíamos seguir adelante con el proceso de fusión fría", opinó.

El consejero defendió "manos libres" para que los órganos de dirección y los profesionales tomen "las decisiones más acertadas" y consideró "decepcionante" que haya fuerzas políticas "que traten de impedir las operaciones de integración" diseñadas por ellos.

Idoia Mendia y Carlos Aguirre, durante su comparecencia posterior al Consejo de Gobierno de ayer.
Idoia Mendia y Carlos Aguirre, durante su comparecencia posterior al Consejo de Gobierno de ayer.PRADIP J. PHANSE

El error de quienes impulsaron la 'fusión fría'

Mario Fernández y Carlos Zapatero estaban equivocados cuando se plantearon acometer la fusión fría entre BBK y Caja Vital, las entidades financieras que presiden, a pesar del reconocimiento que obtuvieron desde determinados sectores financieros y políticos. Así se desprende al menos de la interpretación crítica que hicieron cualificados portavoces del PNV como Iñigo Urkullu y Joseba Egibar al entender que se trata de una fórmula ya superada.

De hecho, el portavoz parlamentario jeltzale, declaró ayer en Radio Euskadi que, según su criterio, la fusión fría entre las cajas vizcaína y alavesa "ha pasado a mejor vida porque ya hoy se está diciendo que los SIP no tienen ningún valor estratégico" y que "son nuevas las fórmulas que tienen que surgir". Eso sí, Egibar negó en la entrevista haber protagonizado cualquier intento por "abortar" el acuerdo entre BBK y Vital, como es admitido en fuentes cercanas al núcleo de poder de ambas entidades.

Solventado el principal escollo que dejaba fuera de juego a Kutxa, el PNV recupera el discurso de la fusión a tres, que concuerda con su concepción nacionalista. De entrada, desde la Diputación de Álava, su teniente de diputado general, Claudio Rodríguez, apostó por una fusión "caliente" de las tres cajas vascas, ya que, a su juicio, dicha formula es mejor que "hacer un paso intermedio", en referencia al SIP de Vital y BBK.

Egibar va en la misma dirección y entiende que "cara al futuro inmediato de las cajas vascas, creemos en la fusión, una fusión profesionalizada que sitúe a la caja resultante en una mejor posición", añadió, "sin perder la personalidad de las cajas y convertirlas en un banco, por muy importante que sea".

De manera oficial, el presidente del Euskadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, animó a "apostar a la mayor" en la fusión de las cajas vascas y desechar la fórmula SIP, "transitoria y coyuntural", que se había proyectado para BBK y Vital. Además, en una entrevista en Radio Popular animó a "analizar y debatir" con el Gobierno central la reforma del Sistema Financiero Español tras advertir de que no está "dispuesto a cheques en blanco".

Ante este panorama, el PP se alarma porque "la gran chapuza del Gobierno Zapatero en relación con las cajas", según sostiene Leopoldo Barreda.

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