"La democracia solo llegará si hay una fuerte presión internacional"
"La democracia no va a llegar a Guinea Ecuatorial por revueltas internas como en Túnez o Egipto, solo llegará si hay una fuerte presión internacional. En mi país casi no hay información, muy pocos pueden ver la televisión española y, menos aún, tener Internet. ¡¿Cómo va a haber una revuelta organizada?! Por eso escribí la carta a la delegación parlamentaria española [encabezada por el presidente del Congreso, José Bono] que la semana pasada visitó Malabo, para que nos ayuden", explica el escritor disidente ecuatoguineano Juan Tomás Ávila Laurel por teléfono desde Barcelona.
La oposición ecuatoguineana ha asegurado que el régimen de Teodoro Obiang prohibió la emisión de imágenes sobre las revueltas tunecina y egipcia para impedir cualquier intento de propagación en Malabo. "Yo también he oído que el ministro de Información y portavoz del Gobierno, Jerónimo Osa Osa, censuró esas imágenes. Pero no puedo confirmarlo, yo seguí las manifestaciones por el canal internacional de TVE. Pero ya le digo, no mucha gente tiene acceso a este servicio por satélite".
El 'bloguero' está en huelga de hambre en protesta contra el régimen de Obiang
Para reforzar su mensaje, Ávila decidió el pasado viernes iniciar una huelga de hambre que ahora continuará en Barcelona hasta, como dice él, "tener más información para saber qué es lo que debo hacer". El escritor, de 44 años y coordinador literario del Centro Cultural Español en Malabo, dice con toda honestidad que se decidió por una medida tan drástica como una huelga de hambre porque creyó que era la única manera de hacerse oír. "Nunca he militado en política, no pertenezco a ningún partido. Mi exigencia no es política, es moral y social".
Ayer a mediodía llegó a la capital catalana procedente de Malabo. Fue trasladado a la Clínica del Remei para examinarse y a última hora de la tarde ya empezaba a tomar contacto con la oposición ecuatoguineana en España. "No tuve presiones del régimen para venir. Lo hice siguiendo el consejo de mis allegados. He venido para tener más información de las repercusiones de lo que he hecho y para saber si la única forma de cambiar las cosas en mi país es con una huelga de hambre o si hay otras vías no violentas. Una vez que sepa todo esto, decidiré si morir de hambre es el único camino".
Ávila también niega que su viaje haya sido idea de la Embajada española en Malabo, una versión que surgió de las declaraciones a la agencia Europa Press de Wenceslao Mansogo, miembro de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), el partido de la oposición tolerado por el régimen para hacer el juego democrático. De los 100 diputados del Parlamento ecuatoguineano, 99 pertenecen al gubernamental Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) o a algún grupo afín. El escaño restante lo ocupa Plácido Micó.
El secretario general de CPDS (grupo afiliado a la Internacional Socialista) calificó hace dos días de "profunda decepción" la entrevista de Bono, acompañado por Josep Antoni Duran (CiU), Gustavo de Arístegui (PP) y el socialista Álex Saiz, con Obiang, en la que no hubo mención a la falta de libertades en el país africano.
La anterior visita de una delegación parlamentaria española a Malabo fue en julio de 2009. Entre quienes acompañaron al exministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos estaba el senador del PP Manuel Fraga, quien firmó la independencia de la excolonia como representante del régimen franquista en 1968. Tampoco en aquel viaje hubo una condena de la diplomacia española, y Moratinos tuvo que reconocer su "decepción" con Obiang cuando volvió a fabricar un pucherazo en las presidenciales de noviembre de 2009, en las que el presidente fue reelegido con el 95% de los votos para un mandato de siete años. Obiang llegó al poder en 1979, tras derrocar a su tío Francisco Macías.
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