El Ayuntamiento proyecta centrales minieólicas en azoteas
Los molinos de viento llegarán a Barcelona para hacer compañía a los paneles solares en las azoteas de los edificios y las zonas industriales. Esta es una de las propuestas que tiene el Ayuntamiento para ahorrar energía y está prevista en el borrador del Plan de Energía, Cambio Climático y Calidad del Aire 2011-2020 (PECQ) que el Consistorio pretende aprobar en el próximo pleno.
El documento plantea realzar, a partir de 2013, una prueba piloto de instalación de centrales generadoras eólicas en cinco edificios y en cinco empresas para aumentar así su autosuficiencia energética en las zonas comunes.
Para realizar la prueba será necesario desembolsar 120.000 euros. Según los cálculos de la oficina de Medio Ambiente, liderada por Imma Mayol (ICV-EUiA), las minieólicas generarían 22.500 kilovatios/hora por año. Según la tendencia, en 2020 el consumo de energía por habitante será de 12,54 megavatios/hora. El PECQ busca que se reduzca a 11,58.
Al aire llegaron 1.500 toneladas de gases más de lo previsto en 2011
El estudio acepta que una de las principales barreras para implementar esta alternativa de producción limpia de energía son "las vibraciones que las instalaciones mal ejecutadas pueden causar".
El pasado plan de mejora energética de Barcelona, 2002-2010, solo logró ahorrar el 55% del consumo de energía previsto, 428.000 megavatios/hora al año. Sin embargo, no fue la única meta incumplida. Según las previsiones del Ayuntamiento, en 2010 la ciudad debía generar 9.000 toneladas de óxidos de nitrógeno, un gas tóxico que proviene del tráfico y que irrita el sistema respiratorio. Estas emisiones son objeto de especial vigilancia por parte de la Unión Europea. La proyección municipal falló y en 2008 ya había 1.413 toneladas de más. Este año ya se está por encima de las 1.500 toneladas previstas, no 1,5 como que por error se afirmaba en el titular del pasado domingo.
El PECQ espera reducir en 10 años casi a la mitad las emisiones de óxidos de nitrógeno (de 5.014 en 2008 a 2.986 en 2020) y partículas suspendidas (de 457 a 280) de los coches.
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