Sortu, ¿una cuestión de confianza?
Independientemente de la consideración que nos merezcan los miembros de Batasuna, no podemos olvidar que, en Euskadi, ocupan un espacio político, y tienen una base social significativa. Las consideraciones morales no pueden olvidar que vivimos en un Estado de derecho en el que todas las ideas tienen cabida, siempre que se respeten las normas básicas de convivencia.
Quizá el problema consista en dilucidar hasta qué punto la declaración formal de principios responda a una realidad. Creo que los jueces, con la información detallada correspondiente, son los únicos que pueden decidir sobre la pertinencia de la aceptación de estas candidaturas. Pero no podemos dejar de desconfiar. Motivos sobran.- Rafael Jiménez Toboso. Tomares, Sevilla.
La nueva Batasuna condena la violencia de ETA "si la hubiera", lo que me parece una artera fórmula para no condenar toda la violencia de ETA que sí ha habido. Semejante componenda huele a aprobar tácitamente toda la violencia ejercida por los terroristas hasta ahora. ¿Borrón y cuenta nueva? ¿Arreglar todo de un día para otro? Demasiado fácil.
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