La 'gastromovida' que no cesa
El estreno de restaurantes elude la crisis
Aunque lo de fumar esté complicado y el fantasma de la crisis azote, la ciudad no renuncia a su movida culinaria. Aperturas de restaurantes, casi uno por semana, marcan el final de 2010. Y 2011 también arranca con estrenos.
- Barras temáticas. En Triball, la zona trasera de la Gran Vía en pleno auto-reciclaje, la ya emblemática Tasquita de Enfrente de Juanjo López y Mercedes Romero estrenó a final de año una cara b informal y castiza en la puerta de al lado, en Ballesta, 4. Se llama Mui y es una taberna moderna, de diseño minimalista, pero con memoria gustativa de tortilla de patatas, croquetas o bacalao. Tres barras temáticas (mar, pasta, show cooking) y un salón privado para amigos del trago largo.
- Sabores del mundo. Muy cerca, en Barco, 27, acaba de zarpar Guillaume Castillo con Le Patrón. Es un "bistrot de tapas", donde platos franceses como la ratatouille se combinan con arroces y ensaladas de sabor español. Siguiendo por el centro, el teatro Häaggen Dazs Calderón (Atocha, 18) ha redecorado su vida interior y con los aplausos del público filtrándose por las paredes del anfiteatro, se toman cócteles y se practica el manejo de palillos en un sushi-bar, Kendai. Las manos que lo llevan son de garantía: Pedro Espina (Soy) y su hermano Ángel.
- Alta coctelería con pollo y amantes de la noche. Paco Roncero prepara otro Estado Puro en el hotel NH de la plaza del Ángel. Junto a la tapa de altos vuelos, el discípulo madrileño de elBulli hará propuestas diferentes: con el concepto de GinTonic & Chicken quiere "revolucionar la noche con la mezcla alta coctelería con los pollos asados de toda la vida". Y añade un servicio de comida para llevar. Y más tentaciones culinarias para noctámbulos en el centro: L'Obrador (Segovia, 17). Una antigua casa conventual modernizada con arte y toque familiar. De menú, pasta fresca o pulpo a la gallega con puré de cachelos. Abre todos los días, hasta las dos de la mañana, para cenas y momentos cocteleros. En la Cava Baja la renovada Posada del León de Oro alberga una enotaberna entre los restos de la antigua muralla cristiana. En la vecina Posada del Dragón (Cava Baja, 14), la antigua jabonería La Antoñita reabrirá como casa de comidas.
- Toque chic. En el entorno de la Castellana y Recoletos salen más novedades: La Cesta, cocina de mercado y tapas con toque chic en el gastrobar montado por el equipo de Sant Celoni: el chef Oscar Velasco, David Robledo en bodega y Abel Valverde en sala. Eccola Kitchen Bar, en el hotel Meliá de Diego de León, 3, juega con la tapa sofisticada y el cóctel chispeante, con horario para noctámbulos. También para comensales tardíos, ofrece cócteles y platos solventes el East 47, que ha reformado su decoración. Sus propuestas siguen bajo la dirección de Joaquín Felipe y Paco Patón.
- Cocina de puchero. En Moreto, 7, ha resucitado el restaurante Balzac con más solvente cocina de mercado, mientras que en Tetuán (Pensamiento, 25), el olor a puchero con carne, verduras y garbanzos lleva a El Astorgano, que quiere ser una referencia del cocido maragato.
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