El alcalde de Navacerrada, en guerra con su policía
El alcalde de Navacerrada, Pablo Jorge Herrero (PP), tiene claro que el principal problema de su municipio no es la delincuencia ni la crisis que ha llevado a millones de personas al paro en toda España, ni tan siquiera los concejales de la oposición, como podrían pensar otros regidores municipales. Para el regidor, el "cáncer" de Navacerrada es la Policía Local, tal y como aseguró en el pleno municipal de noviembre, en el que anunció la contratación de un cargo de confianza con un sueldo bruto que supera los 30.000 euros anuales, y cuyo cometido es que los agentes cumplan sus órdenes, según consta en las actas oficiales del pleno.
"La policía no es ningún cáncer. Todo lo contrario, está para solucionar los problemas", se defiende en un escrito presentado al Ayuntamiento el cabo jefe de la Policía Local de Navacerrada, Alfredo Ferrero.
Algunos concejales del PP se opusieron a las críticas del regidor
El mando denuncia la falta de medios y de gasolina para patrullar
El nombramiento es, para la oposición, un dispendio, al mismo tiempo que los ediles del grupo municipal Agrupación Independiente Renovadora de Navacerrada (Airena) consideran que el regidor del PP contrata a un "chivato". El concejal de esta formación política Alfredo Fernández considera que el alcalde no busca ningún interlocutor, ni nada semejante: "Lo que quiere es un pelota que le vaya con los chismes y poder manejarle a su antojo, porque podrá destituirle cuando quiera. Es una cortina de humo para poner a dedo a un amigo del alcalde con dinero público, cuando ese dinero se podría emplear para muchas carencias de nuestro pueblo"."No tengo ganas de hacer declaraciones", espetó ayer el primer edil tras negar el contenido de las actas del pleno y explicar que el nuevo empleado se encargará de la seguridad laboral. En las actas consta que Herrero justificó en el pleno la contratación de un mediador con la policía, que se adopta apenas unos meses después de bajarle el sueldo a los funcionarios de Navacerrada. Y uno de los motivos era porque la comunicación entre la alcaldía y la Concejalía de Seguridad con la Policía Local no eran todo lo fructíferas que deberían: "El cabo de la Policía Local no pasa información o lo hace con mucho retraso. No se ha conseguido que informe de las funciones que realizan día a día, ni siquiera los cambios de turno, y todo a pesar de que se le dotó de un teléfono", se lamentaba en el pleno el alcalde, que ayer negó que hubiera dicho eso, pese a la existencia de unas actas que prueban lo contrario. Este agente, que acudió al pleno donde el alcalde no le concedió la palabra, niega estas acusaciones: "Siempre que he tenido conocimiento de un hecho se lo he comunicado".
Según las actas de la reunión, la decisión se adoptó para "cortar" con el "deterioro" de la relación. El alcalde asegura, además, estar "muy descontento" con la labor que está haciendo la policía: "A pesar de haberse incrementado el número de agentes, informa de que ha habido llamadas sin atender alegando falta de gasolina". Esta carencia se debe, según el alcalde, a que Navacerrada ha sido uno de los dos pueblos de la Comunidad de Madrid que han gastado la subvención de la gasolina. Y por eso, relató Herrero en el pleno, dio la orden de usar el vehículo en el turno de noche, mientras que por la mañana y la tarde los agentes debían actuar "de policía de proximidad en la plaza y sus aledaños utilizando el coche para las urgencias. Y esta orden no ha sido cumplida", dijo el regidor. "Lo que no se entiende es que se pretenda que el coste de la policía al Ayuntamiento en material sea de cero euros y de mil euros anuales en gasolina", se defiende el cabo.
El nuevo cargo de confianza se encargará de "controlar las funciones de los policías", para que la policía deje de ser "inoperante".
La crítica del alcalde contó con la oposición de todos los grupos de la oposición, e incluso de algunos ediles del PP, que trataron de matizar las declaraciones del primer edil. Así, cuando los grupos de la oposición le reclamaron que en vez de un asesor debía ocuparse del tema el concejal de Seguridad o un experto, el regidor contestó: "Para realizar una labor de intermediación no se necesita ninguna titulación. Esta persona no va a dar órdenes a la policía, sino que se va a encargar de que mis órdenes se cumplan".
Por su parte, el concejal de Seguridad, Pedro Fernández Payo, quien defendió su gestión, justificó la decisión del alcalde de contratar a un mediador ya que él no percibe ninguna remuneración, añadiendo que su relación con el cabo no era mala: "Pero para hacer un seguimiento como el Ayuntamiento quiere debería dedicar mucho más tiempo".
El alcalde reconoció que las relaciones con el cabo de la policía "nunca fueron buenas" acusándole de falta de diligencia. El deterioro de la relación con el responsable de la policía de Navacerrada llegó hasta tal punto, explicó Herrero, que para evitar problemas dejó que fuera el concejal de Seguridad quien atendiera esta área: "Pero tampoco ha dado resultado". El primer edil sostiene que la falta de comunicación con el cabo se hace extensible al resto de los policías, "porque solo se ocupa de reivindicar cuestiones económicas".
Pero al alcalde del PP no le apoyaron los concejales de su propio partido, o al menos eso dijo el edil Daniel Bolea Fernández en el pleno, quien opinó que el cáncer del municipio no le parecía que fuera la Policía Local, sino más bien los problemas de dinero. "El alcalde ha hecho un ejercicio de humildad al haber reconocido que es un problema que no ha sido capaz de resolver y para el que necesita alguien externo que se ocupe, por lo que el problema está solucionado", dijo este edil, tratando de mitigar las críticas de su jefe político. La también concejal del PP circunscribió el caso a un problema de "comunicación" reconocido cuya solución vendría tras el nombramiento de un mediador.
Pero el alcalde mostró su desacuerdo: "Hay un problema mucho mayor que es la dejación de funciones por parte de la policía".
10 funcionarios a tres turnos
El mobiliario de las instalaciones de la Policía Local de Navacerrada se compone de varias mesas de color diferente, "una de ellas recogida de un punto limpio, un armario de cada color y oxidados, las cajas por los suelos. Nada que ver con el resto de las instalaciones del Ayuntamiento", explica el cabo jefe de la Policía Local de Navacerrada, Alfredo Ferrero, quien en una carta registrada en el Ayuntamiento, y a la que ha tenido acceso EL PAÍS, se defiende del ataque recibido del primer edil: "Esta policía no dejado de realizar ninguna de sus funciones y si realiza muchas que no son de su competencia". Según esta misiva, los 10 policías de Navacerrada cobran, por decisión del alcalde, un 20% menos del sueldo que subvenciona la Comunidad de Madrid.
Pero otras demandas, algunas básicas, como la falta de personal, tampoco han sido atendidas por Herrero: "Con 10 policías no se puede llenar tres turnos, y menos con nueve agentes". "En este municipio se realizan servicios cubiertos por un solo policía, en los tres turnos a costa de la seguridad y del trabajo de los policías".
El trabajo de los agentes sufre también otras limitaciones incomprensibles: "Se ha solicitado acceso al padrón de habitantes y vehículos, herramientas imprescindibles, como tienen todas las policías y se nos ha negado. Hasta hace un año no quiso que la policía tuviera Internet para ejercer la labor policial, algo tercermundista", explica este agente, que relata que hasta la fecha el Ayuntamiento adeuda a todos los policías las horas extra de los días festivos: "Y usted mantiene su negativa a pagar. Obligando a los policías a reclamarlas vía Juzgado de la Contencioso-Administrativo".
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