Tura veta a la prensa para que los militantes "se sinceren"
Hereu deja pequeña la agrupación de Sant Martí en el inicio de las primarias socialistas de Barcelona
Llegó el día. Inicio de las primarias del PSC en Barcelona. En juego, un candidato que salve Barcelona del triunfo que las encuestas vaticinan para Convergència i Unió. Actos en las dos mayores agrupaciones de la ciudad. El alcalde, Jordi Hereu, en la de Sant Martí. Lleno total, gente en la calle y entrega absoluta. La exconsejera Montserrat Tura, en el Eixample, con unas 150 personas. El registro de una asamblea, aseguran los afiliados. Ambiente más de ir a conocer a la candiata que los militantes conocen menos.
Ambos hicieron una intervención inicial y luego abrieron un turno de preguntas. La diferencia: en el acto de Tura se invitó a marcharse a "los amigos de la prensa" para que los militantes pudieran expresarse. "Porque las cámaras pueden intimidar intervenciones críticas", aclaró la exconsejera.
La aspirante reúne a 150 personas en su estreno y el alcalde, a 300
Ambos gustaron, a decir de los militantes de uno y otro lado. Pero mientras que el alcalde arrasó desde el estómago, le interrumpieron varias veces con aplausos y gritos de ¡alcalde, alcalde!, Tura se metió al auditorio en el bolsillo por el lado de los valores. Centró su discurso en la necesidad de que "los socialistas, la equidad" no pierdan Barcelona, una ciudad "que nos dicen las encuestas que podríamos perder". "Esta es la única razón que me llevó a presentarme, que la derecha no se haga con el control de la ciudad", aseguró.
La exconsejera subrayó mucho la idea de que se hizo socialista "para cambiar el mundo" y destacó que Barcelona encarna el espíritu de lucha para mejorar las cosas. Evitó la palabra Mollet -donde nació y donde fue alcaldesa 16 años- y exhibió conocimiento de Barcelona: habló del ensanchamiento de Casc Antic, del Pla Cerdà y hasta del alcantarillado que ideó García Faria.
Tura se dirigió a los afiliados del Eixample en un tono muy próximo, fuera del atril y con el micro en la mano. Habló de un distrito en el que "no todo son grandes avenidas y edificios modernistas", sino donde también "hay problemas". A puerta cerrada, los militantes se interesaron por qué haría con cuestiones con la inseguridad o la prostitución que existe en algunos pisos.
En Sant Martí, Hereu estuvo muy arropado por sus compañeros de gobierno -William Carnes, Assumpta Escarp, Sara Jaurrieta y Paco Narváez -y algunos del alma, como Carles Martí, secretario de la Federación de Barcelona que en aras a la imparcialidad prometida también asistirá al mitin de Tura cuando vaya a la agrupación de Sarrià. También estuvo Miquel Iceta, viceprimer secretario del PSC, que es militante de Sant Martí.
La primera plaza de las primarias de Hereu fue un territorio completamente entregado, en un local de las juventudes socialistas que se quedó muy pequeño. Unas 300 personas aplaudieron y gritaron "Jordi, Jordi" repetidas veces a un discurso de claro corte mitinero. "Unidad, unidad y unidad de la familia socialista", por una parte, y un recorrido por la memoria de militantes -muchos con canas- del Sant Martí más guerrero: "Las cosas buenas, como la urbanización de la Gran Via, se hacen con el esfuerzo de todos, también de los que salieron a cortar la Gran Via para demandar las mejoras", espetó el alcalde.
Claro en el mensaje: las mejoras de la ciudad se deben a gobiernos socialistas y, sobre todo, a su mandato: "hace cuatro años había 15.000 teleasistencias y ahora 50.000". Ni una palabra ni referencia a su oponente, ni a su partido: "tenemos que dar una lección de respeto".
Y avisos al gobierno de CiU, como si estuviera ya en plena campaña: "que se escuden en la crisis para ajustar Barcelona". Preguntas amigas entre los asistentes. Ningún aprieto para el candidato, que fue largamente aplaudido en la calle.
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